Comisiones Obreras de Cantabria pedirá al nuevo Gobierno regional del 'popular' Ignacio Diego una reforma fiscal "más a fondo", que permita aumentar los ingresos de la Administración cántabra, y también que todos los consejeros del Ejecutivo se impliquen en el compromiso con el empleo.

Además, la organización sindical espera que se pueda impulsar el Plan de Empleo que el Gobierno saliente no ha logrado poner en marcha por falta de recursos y de "intención", y que se alcance un acuerdo de concertación social de legislatura.

Así lo ha explicado este lunes el secretario general de CC.OO. de Cantabria, Vicente Arce, antes de presidir la reunión del Consejo Regional del sindicato, un encuentro que se produce cada tres meses para analizar la situación económica y la actividad del sindicato.

En este caso, la cita está marcada por el cambio de Gobierno y por el reciente debate de investidura en el que Ignacio Diego ha trazado las líneas que guiarán la gestión del nuevo Ejecutivo, unas líneas que el sindicato comparte "en buena medida", en especial, al señalar el nuevo presidente como el "principal objetivo" el crecimiento económico, la creación de empleo y la estabilidad empresarial.

Arce aplaude además la idea de convertir Cantabria en un "paraíso inversor" para las empresas, aunque matiza que "a esa música, hay que ponerle letra", y eso pasa por definir el modelo de desarrollo que se quiere para la región.

En este sentido, el secretario general de CC.OO. espera que el nuevo Gobierno entienda que el modelo anterior está "finiquitado", y que se debe apostar por el sector industrial y la política energética como salida de la crisis, sin olvidar tampoco la construcción, que "no volverá a ser lo de antes", pero también ha de tenerse en cuenta.

Dos horas hablando de una vaca tudanca

En líneas generales, Arce, que hace un "reconocimiento" al PP por su victoria "rotunda y absoluta", comparte "en buena medida" los planteamientos que los 'populares' han realizado durante la campaña electoral marcando el crecimiento económico y el empleo como su prioridad, que es lo que el sindicato ha venido pidiendo en los últimos ochos años al Gobierno saliente.

El dirigente sindical ha recalcado que el empleo debe ser un proyecto común de todo el Gobierno, no sólo de la Consejería que gestione esas competencias. Y al menos ya ve un avance en la medida en que el nuevo presidente, en su discurso de investidura, ha asumido el empleo como un "compromiso personal", mientras que su antecesor, el regionalista Miguel Ángel Revilla, "nunca se mezcló" en la concertación social.

Es más, ha recordado que en sus debates del estado de la región Revilla podía dedicar "dos horas" a hablar "de una vaca tudanca" y "ni tres minutos" a la concertación y, el resultado, es que sus consejeros "no se implicaban" en ella.

"El compromiso adquirido por el nuevo presidente es un compromiso muy valioso y contamos con él", ha apostillado Arce, quien también está "de acuerdo" con los principios de "austeridad, transparencia y sensatez" en el gasto reivindicados por Diego.

Reforma fiscal

Ahora bien, ha dejado claro que eso no va a ser suficiente porque la situación económica es "complicada" y, por tanto, el control de los gastos tiene que ir acompañado de un aumento de los ingresos.

De ahí que el sindicato vaya a pedir al nuevo Gobierno una reforma fiscal "más a fondo" con una redistribución "justa y equitativa" que aumente los recursos de la administración y "palíe" los ajustes para la reducción del déficit.

En este sentido, lo que no comparte Comisiones Obreras es la eliminación del impuesto de sucesiones, que no "encaja bien" con esa necesidad de ingresos y que, según augura Arce, será "quizá" una de las "mayores diferencias" que el sindicato puede tener con el Gobierno del PP.

Junto a la reforma fiscal, CC.OO. también quiere que se llegue a un acuerdo de concertación social para cuatro años y se pone "a disposición" del Ejecutivo para ponerse a negociar cuando les llame.

Asimismo, el sindicato aboga por un apoyo a las pequeñas y medianas empresas, que son "el motor del empleo" y necesitan "apoyos y un camino claro".

La salida de la crisis no está clara

Vicente Arce ha recalcado que todavía no se sabe "muy bien" hasta dónde va a llegar la crisis. Según dice, no están "convencidos" de la salida "ni mucho menos".

De hecho, pone en duda que la economía española vaya a crecer un 1,3 por ciento este año y piensa que la cifra se quedará "no más allá" del 0,7%, unos niveles en los que no se va a crear empleo, "tampoco en Cantabria", donde crecer "una décima más que la media, no significa absolutamente nada".

En sus palabras, la situación económica en la región es de "bastante incertidumbre", como en España, con una cifra de 45.000 parados y una "total inestabilidad" en la contratación, mayor aún que al inicio de la crisis. En esta línea, ha señalado que el contrato de fomento de la contratación indefinida, que se presentó como el "contrato estrella" de la reforma laboral, "no está funcionando.

Además, ha indicado que hasta el mes de abril se registran 63 expedientes de regulación de empleo más que en el mismo periodo de 2010, que afectan a 2.700 trabajadores más que en los cuatro primeros meses del pasado año. Arce ha explicado que "todos los sectores" están afectados por esta situación, el que más los servicios, pero también la industria, la construcción e incluso el sector agrario.

Por último, ha criticado que el Gobierno saliente, a menos de 15 días de las pasadas elecciones, modificara la orden de ayudas a las empresas que inviertan en Cantabria, una orden publicada en diciembre que dejaba fuera de la convocatoria a empresas sancionadas por infracciones en materia de contratación, salud laboral o medio ambiente.

Con esa modificación "por debajo de la mesa", todas las empresas pueden acogerse a las ayudas, incluso aquellas en las que se han constatado incumplimientos graves.