Rufo Criado reivindica espíritu y silencio en la muestra 'Treinta y tres lágrimas de Silencio', inaugurada en Valladolid

El artista burgalés Rufo Criado ha desembarcado en la capilla de Los Fuensaldaña del Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid con la muestra 'Treinta y tres lágrimas de Silencio', una reivindicación de la espiritualidad y del silencio que, en forma de "sorpresa", cuestiona también el origen y destino de las personas.
'Treinta Y Tres Lágrimas De Silencio' De Rufo Criado
'Treinta Y Tres Lágrimas De Silencio' De Rufo Criado
EUROPA PRESS
'Treinta Y Tres Lágrimas De Silencio' De Rufo Criado

El artista burgalés Rufo Criado ha desembarcado en la capilla de Los Fuensaldaña del Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano de Valladolid con la muestra 'Treinta y tres lágrimas de Silencio', una reivindicación de la espiritualidad y del silencio que, en forma de "sorpresa", cuestiona también el origen y destino de las personas.

La exposición, que se exhibirá en este espacio hasta el 16 de octubre, realiza un recorrido a través de tres paradas: una pirámide de luz cuyo objetivo, según las explicaciones aportadas por el propio artista, es la de "limpiar o dejar la mente en blanco" y una construcción geométrica que recrea una mandala —dibujo circular que en el hinduismo y budismo representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación— y que busca ser punto de encuentro de cielo y tierra y situar al espectador ante la tercera parada.

La última de las estaciones del recorrido es la proyección de un trabajo de trece minutos en el que se suceden imágenes de algunas de las grandes obras de arte de la cultura occidental y que, firmadas por autores como Van der Weyden, Bronzino, Antonello de Mesina, El Bosco, Tiziano, Caravaggio, Gregorio Fernández o Pedro de Mena, han sido intervenidas por Criado.

Las obras seleccionadas, una veintena sobre las más de 200 propuestas, se funden a su vez con imágenes de paisajes y con varias mandalas creadas digitalmente por Rufo Criado a fin de "motivar y sugerir" al espectador ya que espera que le acechen ideas o que, simplemente, se sienta "reconfortado" con la música compuesta para el proyecto por Alejandro Rodríguez, quien fuera su compañero en el colectivo 'A

Ua crag'.

'Treinta y tres lágrimas de Silencio' no es una propuesta artística religiosa pese a su temática sino que pretende ser una "reivindicación" tanto del espíritu como del silencio y vehículo que despierte "nuevamente" en el visitante cuestiones a propósito del "dónde venimos y a dónde vamos".

El hecho de poner en marcha un proyecto "de marcado carácter espiritual" en tiempos como los que corren puede sonar, "de entrada", un "poco incomprensible". "Desde el punto de vista del pensamiento estaría fuera de onda de las líneas que dominan el contexto artístico", ha reconocido.

Esta opción, que no obstante no le sitúa como un "outsider", implica "mentalidad abierta" y disposición a la sorpresa por parte del visitante, según el artista, a quien precedió en el uso de la palabra la directora del Museo, Cristina Fontaneda, quien consideró que la propuesta expositiva constituye un diálogo con el espacio tanto desde el punto de vista físico como alegórico o simbólico.

Con experiencias anteriores en espacios de carácter religioso —exhibió 'Ojos de Agua' en las iglesias de Santa Eulalia de los Catalanes y San Biagio Maggiore en Palermo y Nápoles en el marco de actividades del Instituto Cervantes, Criado es, según Fontaneda, un pintor que emplea nuevos lenguajes y soportes "pero sin olvidar la tradición pictórica de siglos".

Criado, que ha creado su trabajo especialmente para el espacio de la Capilla, por el que han pasado ya 18 artistas desde la apertura del Museo, trabaja desde hace "mucho tiempo" en temas de la interpretación de la naturaleza a través de "muchos soportes" pero desde la óptica de la abstracción, apuntó la directora de la Obra Social y Cultural de Caja de Burgos, Rosa María Pérez.

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