Los ciudadanos de la Región de Murcia son "más optimistas" a la vista de los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales del pasado 22 de mayo, lo que vendría motivado porque los ciudadanos "piensan que en las próximas elecciones generales habrá probablemente un cambio", según los resultados que incluye el informe postelectoral de las elecciones autonómicas 2011 de la Región de Murcia, elaborado por el Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (Cemop).

Este "optimismo" está "anticipando probablemente un cambio en las elecciones generales", y se debe a que los murcianos piensan que estos resultados autonómicos "ya son buenos para el conjunto del país y de la Región de Murcia en relación con la situación económica y política", según el estudio, que ha sido hecho público este viernes en rueda de prensa por sus dos directores, Ismael Crespo y Juan José García Escribano.

Este informe refleja la buena valoración que los murcianos otorgan a la campaña electoral del Partido Popular, ya que el 39,7 por ciento considera que han sido "buena o muy buena", frente al 12,6 por ciento que califica de esta manera la campaña socialista, el 13,3 por ciento de IU y el 14,8 por ciento de UPyD.

Sin embargo, la mejor nota se la lleva el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, con una valoración buena o muy buena para el 44,6 por ciento de los murcianos, por encima de la valoración obtenida por la campaña del Partido Popular (39,7 por ciento) y por su líder nacional, Mariano Rajoy (35,9 por ciento).

En el caso del PSOE, la campaña de la candidata socialista a la Presidencia de la Comunidad, Begoña García Retegui, ha obtenido una calificación buena o muy buena para el 12,3 por ciento de los murcianos, muy por debajo de la evaluación de Valcárcel; mientras que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero obtuvo un 10,6 por ciento y el PSOE un 12,6 por ciento.

Respecto a las movilizaciones del movimiento del '15-M' o 'Democracia Real Ya', para el 90,5 por ciento no han tenido ninguna influencia a la hora de ir a votar o en el sentido de su voto, mientras que el 9,3 por ciento reconoce que sí se ha sentido influenciado, frente a un 0,2 por ciento que no sabe o no contesta.

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