El comité de empresa de Cádiz Electrónica, filial de Visteon Corporation ubicada en El Puerto de Santa María (Cádiz), ha calificado a la compañía de "terrorista empresarial", al "prácticamente secuestrar" a los representantes de los trabajadores para comunicarles el "cierre irrevocable" de la planta portuense, pero sin exponer las causas del mismo ni atender a las cuestiones planteadas por los sindicatos.

"Nos metieron en un autobús sin indicarnos el lugar de destino". Una vez allí, el cierre les fue anunciado por dos asesores del gabinete jurídico Garriges, el presidente del Consejo de Administración de Cádiz Electrónica, un vocal de éste y la directora de Recursos Humanos de la corporación con una traductora, ya que los tres últimos "ni siquiera hablaban español". Ante las interrogantes del comité, los interlocutores empresariales espetaron que "no hay preguntas".

Así han relatado los representantes de los trabajadores en rueda de prensa el modo en que les fue anunciado el cierre de la planta. A esto, se suma que tras comunicar lo ocurrido a la asamblea de trabajadores se encontraron la "sorpresa" de que "no podíamos continuar realizando nuestro trabajo, ya que el servidor informático que gestiona los procesos productivos, que está situado en Estados Unidos (EEUU), había sido desconectado, siéndonos imposible poder continuar con la actividad".

Añaden a esto que en cuanto regresaron a la planta portuense del hotel donde les comunicaron el cierre, "dos gorilas" de los representantes empresariales buscaron al jefe de planta y al jefe de finanzas y "los metieron en un coche y los llevaron al notario para que rehusasen a sus poderes y no puedan decidir", con lo que "han quitado de en medio a las dos personas de referencia que había en la planta para dialogar".

Los representantes sindicales comentan que "a estos terroristas sólo les faltaba el pasamontañas", ya que con su actuación "no han cumplido la legislación" y han dejado "en estado de shock a la plantilla". Exigen a la empresa que "ponga las causas encima de la mesa y que cumpla la ley", apuntando que por el momento no ha entregado "ninguna documentación" y, por tanto, no hay señalada ninguna fecha para el inicio de la negociación.

Sin causas legales

Pese a que no les han expuestos los motivos del cierre, los sindicatos afirman que, según la información de la que disponen, Visteon no puede acogerse a ninguno de los cuatro supuestos que contempla la ley —causas económicas, productivas, tecnológicas o por posibles pérdidas futuras— para rescindir los contratos unilateralmente.

En este sentido, argumentan que desde que se instaló en la Bahía gaditana en 1990, la planta ha venido generando beneficios anuales de "entre 30 y 50 millones de euros", siendo la previsión de 59 millones de euros de beneficios para 2012, de 46 millones en 2013 y de 37 en 2014. Tecnológicamente "estamos al máximo nivel" y "estábamos produciendo hasta ayer" y hay capacidad para seguir haciéndolo al menos por tres años.

Sospechan que la actitud de la empresa puede responder a un interés por deslocalizar la actividad a China, donde el coste productivo es mucho menor. Dicen los representantes sindicales que van a "pelear para evitar el cierre" y que van a iniciar una ronda de contactos con partidos políticos y administraciones para que "peleen junto a los trabajadores en primera línea de fuego" para buscar alternativas distintas al cierre, procurando que la planta quede abierta y los contratos en vigor.

Mientras tanto, y aunque el corte del servidor informático les impida realizar su actividad, la plantilla va a seguir acudiendo diariamente a sus puestos de trabajo. Consideran que esto forma parte de una "estrategia premeditada" de la empresa para "crear ansiedad" y "hundirnos psicológicamente y, quizás económicamente —no saben si el próximo día 15 recibirán los salarios— para que nos autodespidamos".

Han llegado a calificar la situación de "mobbing colectivo", advirtiendo que van a intentar "aguantar" para "dar la mejor batalla para cumplir los objetivos que tenemos" una vez que se presente la documentación y comience la negociación con sus plazos legales.

Cabe destacar que la plantilla está formada por 450 trabajadores, entre puestos directos e indirectos. La edad media de la plantilla está en 42 años, mayoritariamente técnicos y residentes en la provincia de Cádiz. El último informe sobre los niveles de absentismo en Cádiz Electrónica lo sitúa en el 4,5 por ciento, siendo este "uno de los mejores datos de la Bahía gaditana".