El resultado de las últimas elecciones municipales arrojó una mayoría simple para el PP, con seis concejales, mientras que el PSPV y el Bloc obtuvieron un total de siete ediles, lo que les permite decantar el resultado de las votaciones.

En el transcurso del pleno celebrado el pasado martes, los grupos de la oposición manifestaron sus discrepancias con algunas de las medidas que el equipo de gobierno 'popular' presentaba para su aprobación, entre ellas las asignaciones retributivas para los grupos y miembros de la corporación.

Así, la alcaldesa del PP, que cobraba en la anterior legislatura 1.800 euros brutos por su dedicación exclusiva, se vería obligada a recortar su salario hasta los 1.500 euros. "Mi sueldo se quedaría por debajo de los mil euros", ha lamentado la mandataria, quien este miércoles ha optado por acudir a las oficinas del INEM para apuntarse al paro.

"Este viernes tengo una cita a las 9.00 horas, y acudiré porque tengo que acogerme al proceso porque estoy en una situación laboral precaria, y desde que el pasado 11 de junio juré el cargo estoy sin Seguridad Social y sin cobrar la parte salarial", ha comentado.

Al margen del aspecto económico, Ana María Soler ha lamentado "las formas" empleadas por PSPV y Bloc, cuyos representantes inicialmente parecían abiertos a consensuar las líneas de trabajo, y el martes, con su manera de proceder, la han "descalificado personal y profesionalmente".

No obstante, la alcaldesa ha mostrado su confianza en que "por la amistad" que une a todos los grupos, la situación "tal vez se pueda reconducir" y lleguen a una vía de entendimiento.