La Consejería de Educación "garantiza" la calidad del servicio que se presta a través de los comedores escolares, así como la de los menús que en ellos se suministran.

La Consejería ha salido así al paso en un comunicado de algunas de las manifestaciones realizadas este jueves por el director del colegio Cisneros, José Antonio Sánchez, en relación con este servicio, que considera "infundadas y alarmistas".

El departamento de Educación precisa que contrata el servicio de comedor para la atención de los 135 comedores escolares de Cantabria, donde comen diariamente más de 12.000 alumnos.

En la contratación, explica, existen unas normas de funcionamiento que "deben cumplir las empresas" y que están basadas en la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad del Ministerio de Sanidad, y han sido revisadas por la Consejería de Sanidad.

En el caso de los precocinados, señala que las citadas normas se especifica que se ofertarán como máximo, una vez cada quince días, "luego si se estaban dando más días por parte del centro será porque no ha existido una vigilancia de los menús establecidos", recalca.

Tampoco "son ciertas", dice, las declaraciones de que los padres "optan" por una empresa fuera del circuito oficial. "En ningún caso está fuera del circuito oficial, pues la empresa que realiza el servicio de comedor en el colegio Cisneros trabaja con varias Administraciones e instituciones, entre ellas el Ayuntamiento de Santander", puntualiza la Consejería.

La obesidad tiene otras causas

Asimimso, considera "fuera de lugar, sin conocimiento de la legislación aplicable y a todas luces inconsistente" la afirmación del director del Cisneros de que las empresas "no ofrecen una calidad que se armonice con las nuevas leyes sobre alimentación infantil, por ejemplo, para prevenir la obesidad".

Para la consejería, hay que tener en cuenta que la comida del comedor escolar es "una de las cinco" que un alumno en edad escolar debe hacer diariamente, que aporta entre un 30-35% de la energía total de las necesidades diarias.

Si a esto se añade que el comedor escolar se presta "unos 145 días" al año, por lo que representa "menos del 15%" de las necesidades energéticas que un alumno tiene anualmente, se pregunta si "realmente" este porcentaje es responsable de la obesidad o "hay que mirar" en las familias, ausencia de deporte, sedentarismo, u otros factores que se dan en la sociedad actual.

Según la Consejería, el comedor escolar tiene que ser "una base" de aprendizaje de comportamientos y hábitos alimentarios que "debe continuar en las familias".

"De nada sirve", a su juicio, que se dé a los alumnos "productos frescos" en el comedor escolar si luego los padres les dan bollería industrial para desayunar, no les incluyen varias piezas de fruta diariamente, les dan pasta de cacao para merendar y una "pizza congelada" para cenar, "todo ello acompañado de bebidas azucaradas y chucherías varias".

La materia prima se compra en cantabria

En cuanto a la afirmación realizada por una industrial hostelera acerca de la procedencia de los alimentos, la Consejería puntualiza que la mayoría de las empresas contratadas elaboran sus comidas en centros de producción de Cantabria y compran la materia prima a proveedores homologados de la Comunidad Autónoma, luego "es la misma" materia prima que se distribuye en el resto de la restauración (restaurantes, tiendas de alimentación, grandes superficies, etc.)

Destaca además que los centros docentes con comedor escolar de Cantabria han calificado con un 7,5 puntos el servicio que se presta, en la encuesta que anualmente se realiza sobre su fucnionamiento.

"El propio colegio Cisneros valoró con un 9 la variedad de los menús de la empresa actualmente contratada y con un 8 a la del año pasado", mientras que "la atención educativa de los monitores ha sido valorada por el centro con un 10" este curso y con un 9 el pasado".