La plaza del Padre Cristóbal revivirá un año más la salida de la cofradía del Nazareno que, con energías renovadas en su junta de gobierno, se encargará de mostrar a Córdoba las impresionantes imágenes de sus titulares, Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima Nazarena.

El Caído, el denominado Cristo de los Toreros, para cumplir con la tradición gozará el recuerdo a la figura de Manuel Rodríguez, Manolete, justo en la plaza de Santa Marina, donde se erige la efigie al diestro que  antaño ostentara el cargo de hermano mayor de la cofradía de San Cayetano.

La plaza Cristo de Gracia es otro de los atractivos de esta primera jornada de los días grandes. La salida, pero sobre todo la recogida del Esparraguero, supone una cita obligada para los amantes de los momentos cargados de emoción que se viven en la lluvia de saetas que se proyecta sobre el cielo cordobés en honor de la talla indígena del Cristo de Gracia. Este paso es el único de estilo neogótico de la Semana Santa cordobesa.

La Caridad, a su paso por la plaza del Potro, también será testigo del gran ambiente cofrade que se respira en este espacio del casco histórico al paso de su titular. El Tercio 1.º Gran Capitán de la Legión, para cumplir con la tradición, será el encargado de acompañar en la parte musical al titular de San Francisco.

La última en salir, Las Angustias, revive cada año al llegar la Semana Santa sus raíces históricas con la visita obligada a la plaza de San Agustín, donde tuvo su sede canónica. El barrio entero sueña cada día en volver a revivir la salida del valioso grupo escultórico de este olvidado templo.