Martín Garitano (Bildu) ha sido elegido diputado general de Guipúzcoa en un pleno histórico en las Juntas Generales de este territorio, que han otorgado el poder en la institución foral a la coalición abertzale después de dos décadas de ejecutivos del PNV, compartidos con EA y PSE/EE.

Con esta elección, la izquierda abertzale, a través de Bildu -formada por EA, Alternatiba e independientes-, gobierna por primera vez en Guipúzcoa y logra la mayor acumulación de poder institucional de su historia, al sumar también el Ayuntamiento de San Sebastián y decenas de alcaldías en todo el País Vasco y Navarra.

El periodista Martín Garitano, que ha portado un pin con el número de recluso de Arnaldo Otegi, ha sido investido diputado general con la mayoría simple de 23 votos (22 de Bildu y 1 de Aralar), lo que le convierte en el octavo presidente de la Diputación guipuzcoana en la época democrática, seis de los cuales fueron del PNV y uno de EA. Su elección ha sido facilitada por la falta de acuerdo entre el resto de partidos de la cámara, derivada de la fractura entre el PNV y el PSE/EE tras la constitución de los ayuntamientos, el pasado 11 de junio.

Tal y como habían anunciado, PNV, PSE/EE y PP han defendido sus candidaturas y han votado a sus propios aspirantes, tras cruzar reproches sobre la responsabilidad de la ausencia acuerdos. La elección de Garitano ha sido presenciada desde la tribuna de invitados por destacados exdirigentes de Batasuna, como Rufi Etxeberria y Joseba Permach, los líderes de Bildu Peio Urizar y Oskar Matute, el presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, su homólogo del PP, Borja Sémper, y el secretario general del PSE/EE, Iñaki Arriola.

En sus primeras palabras como diputado general, Garitano ha agradecido a quienes le han votado y a los que no, a su familia y a quienes "sufren una situación no legal", cuya "ansia democrática" debería ser un "ejemplo" para todos. Por la mañana, en su discurso de presentación de candidatura, el nuevo diputado general de Guipúzcoa ha proclamado el inicio de una "nueva era histórica" en Euskadi y se ha comprometido a trabajar en favor de una "solución al conflicto político" en la que "todos salgan ganando".

Asimismo, ha defendido la necesidad de "hacer frente al sufrimiento de todas las víctimas que ha generado el conflicto", al tiempo que ha anunciado que "en este nuevo ciclo" se tendrá que abordar "la cuestión de los presos". Además, ha considerado que corresponde a ETA y al Gobierno "a través del diálogo" dar pasos para "superar definitivamente las consecuencias del conflicto". Ha abogado asimismo por acometer las reformas legales necesarias para que los vascos puedan elegir entre cualquier proyecto político, "incluido la independencia".

También su oponente del PNV, el hasta ahora diputado general, Markel Olano, ha abogado por "construir un espacio social y político en favor del derecho a decidir" del pueblo vasco, al tiempo que ha opinado que todos los partidos deben exigir a ETA que abandone definitivamente las armas. La exigencia a Bildu para que pida expresamente la desaparición de ETA ha sido compartida por los portavoces de PNV, PSE/EE y PP durante diferentes momentos del pleno, a lo que Martín Garitano no ha respondido en su turno de réplica.

Por su parte, la candidata del PSE/EE, Rafaela Romero, ha pedido a Bildu que "no defraude" a la sociedad, esté a la "altura de su gran responsabilidad histórica" y utilice los votos recabados para "acabar con ETA". La aspirante socialista ha recordado que tras las elecciones del 22 de mayo su partido apostó por "configurar un acuerdo de estabilidad entre el PNV y el PSE que asegurase la estabilidad y fortaleza de las instituciones municipales y forales", que "no ha sido posible" porque "el PNV ha optado por Bildu".

El último de los candidatos en tomar la palabra ha sido Juan Carlos Cano (PP), quien ha responsabilizado al PNV y al PSE/EE de la imposibilidad de alcanzar un acuerdo para conformar un gobierno alternativo al de Bildu, formación a la que ha pedido que no trate de "poner patas arriba" el Estado de Derecho desde la institución foral. En el pleno, Bildu ha ofrecido a Aralar que se integre en el gobierno foral, a lo que la formación nacionalista ha respondido que lo hará si recibe una oferta "seria y honesta".

En su discurso anterior a la toma, Garitano ha proclamado el inicio de una "nueva era histórica" en Euskadi y se ha comprometido a trabajar en favor de una "solución al conflicto político" en la que "todos salgan ganando".

Garitano ha sido el segundo de los cuatro candidatos a diputado general que ha tomado la palabra en el pleno de investidura del diputado general de Guipúzcoa que se desarrolló este jueves en las Juntas Generales de este territorio.

El candidato de Bildu, que portaba un pin con el número de recluso de Arnaldo Otegi, manifestó que los resultados del pasado 22 de mayo significan el fin de una era histórica y el inicio de un tiempo nuevo, marcado por la oportunidad abierta "para la paz, la normalización y el respeto de todos los derechos civiles y políticos".

Ésta será la máxima prioridad del gobierno de Bildu en la Diputación, que tratará de "construir una solución política en la que cada una de las partes gane", en lugar de mantener como objetivo "derrotar al rival que tienes al lado".

Garitano sostuvo que el conflicto "tiene muchas caras", por lo que se deberá "hacer frente al sufrimiento de todas las víctimas que ha generado", al tiempo que ha anunciado que "en este nuevo ciclo" se tendrá que abordar "la cuestión de los presos".

Garitano afirmó que todos los guipuzcoanos deben tender derecho a "expresar su opinión libremente", por lo que se ha comprometido a trabajar para que desaparezcan "todas las violencias, amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas". La herramienta fundamental será "el diálogo entre diferentes", como único medio para superar el alejamiento y la "falta de confianza" entre las distintos sectores sociales.

Asimismo abogó por abordar el debate sobre el derecho a decidir, ya que, en su opinión, se deben acometer las reformas legales necesarias para que los vascos puedan elegir entre cualquier proyecto político, incluido la independencia.