"Fui el centro de mi sociedad durante 5 meses". El polifacético actor y activista islandés Hördur Torfason, uno de los héroes de la rebelión de su país contra la UE, los bancos y los mercados, está en España, y a pesar del sofocante calor y del maratón de entrevistas, parece que acepta de buen humor ser de nuevo aquí el protagonista de la función.

Torfason, de 66 años de edad, ha venido por el movimiento 15-M. Quiere conocer de primera mano sus métodos de acción, persuadir a los 'indignados' españoles para que no renuncien a sus reivindicaciones y dar testimonio de dos años de vida dedicados en cuerpo y alma a luchar  por lo que cree justo.

La sala azul de la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid estuvo este miércoles repleta para escucharle. Torfason comenzó hablando de su vida, de sus inicios como actor después de rechazar un trabajo que le hubiera convertido en un "hombre respetable" y de su condición de homosexual en un pequeño país que, por aquellos años, seguía anclado en el tradicionalismo beato.

Torfason habló ante un auditorio entregado como un tímido obligado por un liderazgo repentino. Un relato enfático y esperanzador de cómo un individuo con ascendencia social logra persuadir voluntades en una sociedad anestesiada: acampadas en solitario frente al Parlamento cada sábado, happenings silenciosos frente al recelo de la Policía… así hasta que poco a poco (Torfason hizo énfasis en el tiempo y la paciencia, "es de lo poco que aún tenemos"), la presión popular fue derribando los muros que aislaban a unos políticos ensimismados y a unos bancos enrocados en sus beneficios (ficticios).

"Necesitamos a los políticos, pero no a políticos corruptos". Palabra de Torfason. "Hay que despertar a toda Europa, no solo a Islandia y España". Palabra de Torfason. Invocaciones concisas y directas que fueron recibidas a la manera en la que en las asambleas se reciben las ideas que gustan: brazos agitados en alto y aplausos.

Torfason, "el amigo islandés", dijo sentirse impresionado por la forma en la que trabaja el 15-M y por las manifestaciones callejeras pacíficas del último mes en España.

"Sois gente mucho más disciplinada que nosotros", dijo entre las sonrisas y carraspeos de los presentes. Torfason, que aún estará unos cuantos días más en Madrid visitando los lugares emblemáticos de la rebelión ciudadana y asistiendo a asambleas, ha alabado al 15-M por estar "siguiendo el camino correcto" y les ha mostrado su apoyo "desde el corazón".

Para acabar, y antes de las muchas preguntas que aún le esperaban, Torfason planteó un dilema a los presentes: "Podemos aceptar la corrupción y seguir con nuestra vida sin entender que esto es un problema global, o luchar contra ello". Él, que parece tenerlo claro, respondió el primero: "Yo lucharé hasta el día que me muera".