El ministro de Fomento, el lugués José Blanco, ha hecho este miércoles un llamamiento para conseguir una "ética económica" que encauce la actual situación de los mercados ante "graves amenazas que se ciernen sobre la sociedad" como la precariedad, la pobreza y la exclusión.

Lo ha dicho en el discurso que ha servido de pregón al Día de la Caridad, en el Círculo de Artes de Lugo, donde ha subrayado la "necesidad de aumentar la competitividad", desafío que, a su juicio, "no se superará sin la ética y los valores".

En este sentido, el también vicesecretario general del PSOE ha afirmado que la religión "aporta valores de solidaridad y cohesión social, que son fundamentales también para salir de esta crisis y construir un nuevo modelo económico".

"Necesitamos ciertamente nuevos valores para poner en el centro de la economía a las personas y al bien común", ha proclamado, en una intervención que ha estado marcada por la idea de que "lo primero son las personas, no las cosas".

El titular de Fomento se ha referido a su propia experiencia al afirmar que durante estos años está "teniendo la responsabilidad de pertenecer al Gobierno de España, viviendo sinsabores y satisfacciones". "Pero también aprendiendo, porque vivir es sobre todo aprender —ha subrayado—. He aprendido a conocer más a este país y a quererlo todavía más".

"saludo especial" a cáritas

Tras remarcar la relevancia del "compromiso" como "conciencia ética y como acción" y después de mandar "un saludo especial" a Cáritas —organización de la que ha loado su "ejemplo"—, José Blanco ha defendido su condición de cristiano y ha asegurado que "no dejará de serlo, ni se cansará de decirlo".

"Mantengo la constancia en cada uno de mis compromisos con mis creencias, mi tierra y mis ideas", ha reiterado, para concluir que "no existe un modo único de hacer las cosas ni tiene porqué haberlo". "Hay quien trata de mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables por caridad, quien lo hace por solidaridad y quien lo hace por justicia social", ha remachado Blanco.