La nueva Ley de Turismo persigue impulsar un modelo de crecimiento sostenible en el sector

El Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de la nueva Ley de Turismo de Andalucía, que sustituirá a la vigente norma de 1999 para adecuar las políticas autonómicas en esta materia a los cambios producidos en el sector y al nuevo modelo de economía sostenible que impulsa el Gobierno andaluz.
Mar Moreno Y Luciano Alonso, Este Martes En Rueda De Prensa
Mar Moreno Y Luciano Alonso, Este Martes En Rueda De Prensa
EUROPA PRESS
Mar Moreno Y Luciano Alonso, Este Martes En Rueda De Prensa

El Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de la nueva Ley de Turismo de Andalucía, que sustituirá a la vigente norma de 1999 para adecuar las políticas autonómicas en esta materia a los cambios producidos en el sector y al nuevo modelo de economía sostenible que impulsa el Gobierno andaluz.

Con el objetivo central de asegurar que el turismo siga siendo uno de los principales motores económicos de Andalucía, el texto recoge en sus 84 artículos medidas de ordenación, promoción, mejora de la accesibilidad a los recursos, impulso a la cooperación público-privada, fomento de la creación de empleo y reforzamiento de las garantías de calidad y seguridad para usuarios y trabajadores.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, ha explicado que esta nueva norma —que se remitirá al Parlamento con el fin de que pueda ser aprobada de manera definitiva en noviembre de este año— es tan "necesaria como importante", sobre todo, porque hay que dar respuesta al turista del siglo XXI, que no es el mismo que el del siglo XX.

Entre sus principales novedades, el proyecto prevé la creación de nuevos instrumentos de planificación coordinados con las políticas de ordenación del territorio para lograr un mejor aprovechamiento de los recursos y actividades de cada zona. Asimismo, establece una reclasificación de la oferta (con la distinción básica entre servicios turísticos y actividades con incidencia en el sector); introduce la regulación de nuevas fórmulas de negocio como la propiedad horizontal, e incluye medidas para potenciar las actuales políticas de calidad e innovación.

La norma incorpora también las medidas de simplificación de trámites previstas en la Directiva Europea de Servicios en el Mercado Interior con el fin de agilizar la creación de empresas turísticas. Entre ellas destaca la sustitución de la autorización administrativa para el inicio de la actividad por una declaración responsable del interesado, verificable a través de la posterior actuación inspectora.

El proyecto sitúa al territorio como principal recurso de la actividad turística en Andalucía. De acuerdo con ello, potencia los instrumentos de planificación existentes y crea nuevas figuras como los Marcos Estratégicos para la Ordenación de los Recursos y Actividades Turísticas. Estos documentos determinarán el modelo de desarrollo aplicable a cada territorio a partir de la identificación de necesidades concretas relativas a infraestructuras, productos o servicios.

De este modo, entre otros aspectos, fijarán los criterios para la aprobación de nuevos Programas de Recualificación de Destinos en espacios turísticamente saturados.

Modificación de la loua

En la misma línea y a través de una disposición final, el texto modifica la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía en el sentido de homogeneizar en toda la comunidad la definición de suelo de uso turístico para su correcta calificación dentro de los planeamientos municipales. De acuerdo con ello, tendrán esta consideración los terrenos que se destinen a alojamiento turístico en al menos un 50 por ciento de su edificabilidad total. De esta proporción, el 5 por ciento podrá dedicarse a servicios diferentes del alojamiento.

La futura ley regulará nuevas fórmulas de negocio como los alojamientos turísticos en regímenes de propiedad horizontal y condominio, que deberán ser gestionados bajo el principio de unidad de explotación. De este modo, y tal y como se exige ya para los apartamentos turísticos, la gestión y comercialización de un conjunto de unidades de alojamiento correrá a cargo de un único sujeto, profesionalizado, responsable de la actividad y de la relación con los usuarios y la Administración.

Junto con estas nuevas regulaciones, el proyecto establece una reclasificación de la oferta para introducir la distinción básica entre los servicios turísticos (alojamiento, intermediación, información, turismo activo, restauración y catering) y aquellas otras actividades con incidencia en el sector (estaciones de esquí, campos de golf, puertos deportivos, parques temáticos, programas de difusión cultural y congresos y eventos empresariales).

Finalmente, la norma incluye disposiciones para reforzar las políticas de calidad, innovación y apoyo a la competitividad que actualmente desarrolla la Administración autonómica, con proyectos como la Comunidad Turística de Andalucía, el centro de innovación 'Andalucía Lab' de Marbella y el nuevo Plan de Calidad Turística 2010-12. En el ámbito de la promoción, se potencia la consideración de Andalucía como destino turístico global proyectado de forma unitaria en los mercados nacional e internacionales a través de planes específicos de vigencia plurianual.

El proyecto de la nueva ley ha contado en su elaboración con la participación de los agentes sociales y económicos, además de ser ratificado por el pleno del Consejo Andaluz de Turismo, principal órgano consultivo de la Junta en la materia. Asimismo, se han recogido consideraciones del Consejo Consultivo y del Consejo Económico y Social de Andalucía.

El turismo constituye una actividad estratégica para el desarrollo socioeconómico de Andalucía. Actualmente genera 340.000 empleos, aglutina a más de 77.000 empresas, representa más del 11 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) regional y supone unos ingresos de más de 15.400 millones de euros anuales.

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