Un poco. Es que me levanto a las seis de la mañana...

¿Está de portero en Tele 5?

(Risas) Casi. Las puertas de la cadena las abrimos mis compañeras Sara y Mar o yo.

¿Cómo cameló a Ana Rosa?

No la camelé, casi ni la conocía. Fue ella quien me llamó.

¿Qué cara se le puso?

No me lo creía. Aunque me llamó en el mejor momento.

Su primera hazaña televisiva fue con María Teresa Campos.

El primer plató que pisé fue el de ella, en un concurso de estudiantes de Periodismo.

¿Qué le tocó hacer?

Una entrevista a Octavio Acebes, que, por cierto, me dijo que me dedicaría a esto.

Y acertó.

(Risas) En mi caso, sí.

Habla del corazón, pero del suyo dice poco...

Me lo guardo para mí, porque no me pasa nada excesivamente emocionante.

¿No tiene nada por ahí?

Nada. Ahora estoy enamorado del programa.

Con lo que se liga en la tele...

Se liga igual que en un banco, en una panadería… Sólo ligan los guapos.

¿Es usted el feo de la tele?

Hombre... Tampoco es eso.

Es mejor que te dé una mala noticia un guapo que un feo.

¿Somos muy cotillas en España?

No. En este país nos gusta eso de salir a la puerta de la calle a charlar.

Eso es más bien de pueblo, ¿no?

Es que yo soy de pueblo y me gusta sacar la silla a la calle, donde las relaciones son más cálidas.

Una costumbre.

Andar descalzo por casa.

Un ídolo...

Rosa María Mateo.

No le gusta nada...

Caminar, lo relaciono con mis días de depre.

¿Qué hará cuando nos despidamos?

Tomarme un yogur y marcharme al gimnasio, que es otra de las cosas que más odio.

Bio

Tiene 35 años y es valenciano. Nació en Utiel, pero se crió en Buñol.

Es cariñoso y le cuesta enfadarse.

El último regalo que ha recibido ha sido de su prima. Le ha hecho la web www.maximhuerta.com