Un Jurado Popular juzga desde este lunes al acusado de apuñalar a un compatriota que le denunció por robo

Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este lunes y hasta el jueves, día 23, en la sección segunda de la Audiencia Provincial, a un hombre para el que la Fiscalía de Murcia solicita una pena de 17 años de prisión al acusarlo de apuñalar y matar a su compatriota marroquí porque minutos antes le había denunciado por un presunto delito de robo.

Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este lunes y hasta el jueves, día 23, en la sección segunda de la Audiencia Provincial, a un hombre para el que la Fiscalía de Murcia solicita una pena de 17 años de prisión al acusarlo de apuñalar y matar a su compatriota marroquí porque minutos antes le había denunciado por un presunto delito de robo.

Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, a las que ha tenido acceso Europa Press, los hechos sucedieron el 9 de mayo de 2009, cuando el procesado, A.B., de nacionalidad marroquí, salió del cuartel de la Guardia Civil de Jumilla, donde acudió a declarar a raíz de a denuncia que le había formulado la víctima, M.H., de 41 años, por un delito de robo.

Sostiene el escrito del fiscal que "decidido a acabar con la vida" de M.H se dirigió a un establecimiento de 'todo a cien' de la citada localidad para comprar un hacha y un cuchillo de acero inoxidable, de 28 cm de longitud, 17 cm de hoja y 4 cm de ancho de hoja.

Una vez que adquirió las 'armas', acudió al domicilio de la víctima. En el trayecto, se encontró con un primo de ésta a quien el acusado le preguntó su paradero. Ignorando las pretensiones que tenía, le dijo que se encontraba cerca del cuartel de la Benemérita, a la altura de la avenida de a Asunción.

Cuando el procesado vio a M.H., con la "clara" intención de acabar con su vida, sacó el cuchillo de la bolsa que portaba y sin mediar palabra, se lo clavó a la altura del cuello, propinándole un segundo pinchazo en la axila izquierda, seccionándole la arteria carótida izquierda y la tráquea.

La víctima, según las conclusiones del fiscal, murió por una hemorragia abundante y shock hipovolémico a consecuencia de las puñaladas.

Acto seguido, el acusado se dio a la fuga arrepintiéndose minutos después, por lo que se entregó en el cuartel de la Guardia Civil, donde confesó los hechos mientras "lloraba y gesticulaba con las manos para que los agentes le pusieran las esposas".

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con premeditación, con la atenuante de confesión, por el que pide una pena de 17 años de cárcel, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.

Asimismo, el acusado deberá indemnizar a los perjudicados por la muerte de M.H. en la cantidad de 99.100 euros.

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