Barcelona es la primera y única ciudad europea escogida para llevar a cabo las pruebas de la scooter eléctrica, que deben servir para adaptar este modelo de moto, que ya se comercializa en Japón, a las necesidades de los usuarios barceloneses, especialmente, para tareas de reparto y mensajería.

Tras el acuerdo alcanzado este jueves por el Ajuntament de Barcelona, el RACC y Honda, los servicios municipales utilizarán estas motos eléctricas, del modelo EV-neo que tiene cero emisiones de CO2, para "las diferentes flotas de inspección y servicio de la vía pública en la ciudad". Para ello, Honda cederá 17 scooters, mientras que los técnicos de I+D de la Fundació RACC monitorizarán estos vehículos, recopilarán los datos técnicos y elaborarán un informe periódico, con el fin de valorar su adaptabilidad al entorno urbano de Barcelona. Entre otras cosas, analizarán el proceso de carga de las baterías, si la autonomía de la scooter es adecuada, cómo le afectan las condiciones ambientales y las incidencias técnicas.

La capital tiene 290.341 motoristas

En Barcelona hay 290.341 motos y ciclomotores, el 30% del parque de vehículos. Con 177 motos por cada 1.000 habitantes, tiene una de las ratios más elevadas de Europa. Por eso, ha sido elegida para las pruebas. Está en marcha el Projecte LIVE, con puntos de recarga por la ciudad, pero sólo hay 150 motos eléctricas.