Acusado de matar a un hombre en Seseña, tras golpearlo y tirarlo a una piscina, se declara inocente

Afirma que no discutió con el fallecido y que siempre se habían tratado "como familia"
Juicio Seseña
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EUROPA PRESS
Juicio Seseña

El hombre de nacionalidad peruana acusado de matar a otro en agosto de 2009, tras golpearlo y tirarlo a la piscina de Seseña (Toledo), se ha declarado inocente, ha negado los hechos que se le imputan —por los que el fiscal pide 14 años de prisión— y ha asegurado que la víctima era "como un hijo" para él.

Así lo ha asegurado P.R.R.L. durante la primera sesión de juicio con jurado popular —formado por siete hombres y cuatro mujeres— que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo y que está previsto que se prolongue hasta este miércoles.

De esta forma, durante la vista, el procesado ha negado que discutiera con la víctima, C.A.M.A., de 26 años de edad, así como que la golpeara, la arrojara a la piscina municipal de Seseña o que la metiera y la sacara la cabeza en el agua en reiteradas ocasiones.

Relato de los hechos

En cuanto al relato de los hechos, el acusado ha dicho que conocía al fallecido porque había convivido con él en la misma casa, pero que en el momento en que se produjo el suceso ya no compartían domicilio. Así, ha añadido que siempre se habían tratado "como familia".

El procesado ha señalado que ese mismo día, antes de tener que irse a trabajar por la noche a vigilar la piscina de la localidad toledana, estuvo en su casa —junto a seis o siete personas entre las que estaba la víctima—, celebrando un cumpleaños, donde bebieron alcohol pero sin que hubiera discusión alguna.

Después de irse los invitados de su casa, ha continuado, el único que se quedó en la vivienda fue el ahora fallecido, junto con el que abandonó la casa cuando tuvo que irse a trabajar, pero después cada uno siguió su camino, ha asegurado.

Una vez que estaba trabajando en sus laborales de vigilante de la piscina municipal, el acusado ha señalado que, ya de madrugada, C.A.M.A. se presentó "medio desesperado" porque le estaban siguiendo unos chicos con los que había tenido una pelea en la plaza del pueblo y que le dijo: "casi me matan".

De este modo, ha continuado, invitó a la víctima a entrar a la piscina y le dijo que se quedara a dormir allí, a lo ésta accedió. Así, el procesado ha apuntado que dejó al fallecido descansando en un habitáculo que se encontraba en el baño de las mujeres y que estaba frente al lugar donde él dormía cuando vigilaba la piscina.

También ha señalado que no fue hasta más tarde cuando él se fue a descansar y que, en medio de la noche, un ruido le despertó observando que el fallecido había salido del lugar en el que se encontraba durmiendo.

El procesado ha asegurado que fue entonces cuando salió a la piscina donde pudo observar en el césped la ropa del fallecido, para encontrarlo después hundido en la parte honda de la piscina, donde él mismo se metió para sacar el cuerpo, tardando unos 30 minutos porque no sabía nadar bien.

Se puso nervioso

Después de sacar el cadáver "poco a poco", P.R.R.I. ha explicado que se puso nervioso y que se desmayó junto al cuerpo, para despertarse más tarde, momento en el cual decidió irse a su casa no sin antes tirar a un contenedor de basura cercano a la piscina la ropa del fallecido, algo que ha reconocido que hizo por sentirse "culpable" ante la muerte de su amigo y "por miedo".

Más tarde se dirigió a su casa, que se encuentra a unos tres minutos de la piscina, le contó lo sucedido a su mujer y llamó a su jefe, quien dijo que se encargaba del asunto y le "aconsejó mal" porque le dijo que no mencionara a la Policía que conocía a la víctima, siempre según la versión del inculpado.

Después de cambiarse de ropa en su casa —ropa que ha dicho que estaba húmeda y no manchada de sangre—, P.R.R.I. ha señalado que volvió a la piscina donde ya estaba la Policía Local, hasta donde más tarde también llegó la Guardia Civil.

Llamar a la policía

El procesado ha indicado que no llamó a la Policía después de encontrar el cuerpo porque su jefe le había dicho que él se encargaba. Además ha apuntado que las lesiones que tenía en un brazo no eran porque el fallecido hubiera tratado de defenderse, sino que se las hizo al sacar su cuerpo de la piscina.

Del mismo modo, ha manifestado que no llamaron a la Policía, ni él ni la víctima, cuando esta última llegó a la piscina pidiendo auxilio porque no tenían teléfonos móviles y el único teléfono de la piscina tenía un candado para que no fuera usado.

Por último, el acusado ha señalado que "en ningún momento" dio orden a su mujer de lavar la ropa que llevaba esa noche en la cual, ha añadido, se encontraba "sereno" y no estaba bajo los efectos del alcohol.

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