El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a cuatro años y tres meses de prisión a tres personas por el robo de la cantidad lograda por el cepillo de la parroquia de Cóbreces, 600 euros que se encontraban en una bolsa de tela en la sacristía.

Los hechos sucedieron en marzo de 2011, y para poder perpetrar el robo, causaron diversos desperfectos.

Los tres condenados, con distintos antecedentes judiciales, admitieron los hechos en un primer momento ante la Policía. Pero luego, en el juicio, sus defensas se retractaron, alegando que esa primera declaración la hicieron sin saber las consecuencias.

El juez ironiza con los "esfuerzos argumentativos" de la defensa y el "giro copernicano" de sus declaraciones, unas afirmaciones que le parecen "llamativas", sobre todo teniendo en cuenta que dos de ellos ya habían pasado antes por procesos penales.

Para el ponente del fallo, ni "haciendo un esfuerzo de credulidad" se puede justificar esa defensa, ya que, además, los condenados dieron datos sobre los hechos que no se les habían pedido, y que reflejaban un "conocimiento muy superior" sobre ellos que los que tenían los propios investigadores.

Así pues, se les condena a cada uno a 17 meses de prisión por delitos de robo con fuerza, y se les impone que indemnicen al párroco con la cantidad sustraída y el importe de los daños producidos para entrar en la sacristía.