El Ayuntamiento de la localidad zaragozana de Longares ha comenzado ya las obras de restauración del atrio de su Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, una actuación que cuenta con un presupuesto de 55.000 euros.

Las obras, dirigidas por la arquitecta Úrsula Heredia, consistirán en la restauración de los basamentos de la portada del atrio, la recuperación del zócalo de cerámica vidriada de Muel, la restauración de las jambas y el arco de la puerta principal, la reparación de grietas en la bóveda y las decoraciones y la posterior restauración de las pinturas existentes. También se restaurará la puerta de madera principal y la cancela cortavientos de la misma.

El atrio, que está situado a los pies de la nave norte también llamada del Evangelio, fue construido en el año 1670 y reparado en 1738. Veinte años más tarde se colocó una puerta de reja para, según los documentos de la época, "evitar excesos irreverentes". El atrio está cubierto mediante una bóveda semiesférica y tiene el acceso en forma de arco de medio punto con decoración barroco-mudéjar.

El alcalde en funciones de Longares, Miguel Jaime Angós (CHA), ha mostrado su satisfacción con la realización de esta restauración "ya que supone continuar con la labor de recuperación de un elemento tan importante del patrimonio del municipio como es nuestra iglesia parroquial, en la que se han invertido más de 800.000 euros en los últimos treinta años".

El primer edil longarino ha señalado también que "ésta era una actuación que queríamos llevar a cabo dado el deficiente estado que presenta el atrio que constituye la entrada principal al templo, y además, la restauración de la puerta y la cancela mejorará también la temperatura interior en época invernal".

La iglesia de La Asunción de Longares fue construida en el siglo XVI y su estilo es renacentista, con una composición de tres naves, siendo más ancha y alta la central.

En su interior destaca su órgano y un pequeño museo con obras de gran valor, como dos libros de bautismo de los más antiguos que se conservan en España, un Ecce-Homo y una Inmaculada de Alonso Cano, una custodia barroca de plata sobredorada del siglo XVII y una pila bautismal de cerámica de Muel del siglo XVI.

La actuación ha sido posible gracias a un convenio firmado entre el consistorio longarino, la Diputación Provincial de Zaragoza y la Diócesis de Zaragoza, por el que la DPZ aportará el 60 por ciento del total, y el resto a partes iguales entre el consistorio y la diócesis.