Museo del Ejército reúne 100 piezas que evocan 10 años sin mili y los cambios en las Fuerzas Armadas

Se muestra desde la documentación tradicional del soldado de reemplazo a la equipación del programa 'Combatiente del futuro'
El Secretario De Estado De Defensa
El Secretario De Estado De Defensa
EUROPA PRESS
El Secretario De Estado De Defensa

El Museo del Ejército de Toledo acoge hasta el 10 de julio una exposición, con motivo del X Aniversario de las Fuerzas Armadas Profesionales, que pretende evocar en los visitantes los diez años que han transcurrido sin Servicio Militar Obligatorio —conocido comúnmente como la mili— pero también reflexionar con mentalidad de futuro sobre los cambios que ha experimentado la sociedad española pero también las Fuerzas Armadas del país.

Así ha presentado el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, esta muestra que ha inaugurado en el Alcázar de Toledo, sede del Museo del Ejército, junto al general director del Museo, Antonio Izquierdo y el director de Relaciones Institucionales de la Defensa, Fernando Flores, y que ha contado con la presencia del delegado del Gobierno en la región, Máximo Díaz-Cano, y el alcalde de la capital, Emiliano García-Page, entre otros.

Méndez, en su alocución, celebrada en el Patio de Armas del Alcázar, ha señalado que todo aniversario debe "mirar al pasado" pero también al futuro, y ha destacado el "gran paso adelante" que ha supuesto el fin de la mili a finales de marzo de 2001 —fecha en la que se incorporó el último soldado a leva— para la profesionalización de las Fuerzas Armadas.

Una década, a su juicio, ha sido "suficiente" para "introducir cambios profundos en una institución como la militar", habituada a ellos, ha señalado tras repasar las distintas leyes que han regulado la actividad militar desde el año 1989 a la actualidad.

Antes y ahora

Así, ha comparado el anterior Servicio Militar Obligatorio con las Fuerzas Armadas militares actuales. De este modo, ha señalado que en el "viejo y anticuado modelo" había "falta de equipamiento y material, una organización pensada para vigilar al enemigo interior, mal pagada, y dedicada a la defensa interna de la dictadura más que del país".

Frente a ello, ahora existe un Ejército caracterizado por la profesionalidad, el esfuerzo de modernización del material, y unos sistemas "sin precedentes" que equiparan al Ejército español con otros ejércitos "con los que compartimos riesgos en los mismos escenarios".

A juicio de Méndez, la mili "es una evocación" que no resulta compatible con las Fuerzas Armadas "eficaces, operativas, modernas y altamente cualificadas" con las que cuenta el país actualmente, y que se han convertido en la institución en la que —según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)— más confian los españoles. Por eso, ha puntualizado que el final de la mili no supone un "divorcio, separación o desafección" entre los españoles y sus Fuerzas Armadas.

Reflejo de la sociedad

Dicho esto, el secretario de Estado de Defensa ha resaltado la "cercanía y entrega" del Ejército español "en Haití, Lorca, las aguas del Mediterráneo o el cuerno de África", porque estos cuerpos se han convertido en "un fiel reflejo de su sociedad, en su composición y valores", también gracias a la incorporación en ellos de las mujeres y los inmigrantes.

"Los militares no son ajenos a la sociedad a la que sirven y de la que proceden", ha finalizado Constantino Méndez, que ha valorado el esfuerzo que se ha realizado para que las Fuerzas Armadas, desde 2001 y tras "años difíciles", se hayan convertido en lo que son actualmente. Algo que pretende mostrar una exposición "austera" y "modesta" que profundiza en esa relación entre las Fuerzas Armadas y los ciudadanos.

Previamente, el director de Relaciones Institucionales de la Defensa ha rememorado su primer recuerdo del servicio militar, el de los quintos y las pintadas, y ha recordado cómo esos chicos algo "alocados" a su vuelta de la mili volvían "más serios, más limpios, con el pelo corto" y a los que sus "novias miraban con más admiración", demostrando así que estas personas "estaban cambiando".

Un cambio que también experimentó, según Fernando Flores, la sociedad de los años 80 y 90, dando lugar a las Fuerzas Armadas actuales y dejando atrás cientos de "historias de la mili", que ahora los visitantes podrán rememorar a través de distintos objetos de la vida diaria del servicio militar que se han reunido en esta muestra, comisariada por el teniendo coronel Ángel Flores.

Piezas sencillas de evocación "amable"

Éste último ha sido el encargado de desgranar a los medios el contenido de la exposición que, de forma totalmente gratuita, recopila —en una parte interna y otra externa— piezas "sencillas" de evocación "amable" pertenecientes a coleccionistas particulares pero también propiedad de las distintas unidades militares del país, que las guardan como recuerdo.

Un tanque, sin uso actual, traído desde Cádiz, un remolque de cocina del año 1979, una tienda de campaña cónica "mítica" del año 1970, o una base antártica española actual son algunas de las piezas que pueden observarse en la parte exterior de la muestra, donde también están representados cada uno de los cuerpos de los tres ejércitos con sus respectivos uniformes.

Ya en el interior, gorros —de paseo para tropa, de policía aérea, de aeródromo de tropa o de oficial de aviación— se reparten en distintas vitrinas junto a rombos de armas y cuerpos del Ejército, cornetas y tambores, una marmita para consumir y guardar alimentos, una máscara antigás, banderas paracaidistas o un teléfono de campaña.

La documentación tradicional del soldado de reemplazo, el libro que se entregaba a todos los reclutas, libros de ayuda para la campaña nacional de alfabetización o el Manual del Soldado de Infantería de Marina se agrupan en otras vitrinas, junto a las que el visitante puede ver de cerca distintos fusiles de asalto CETME, bayonetas o machetes. UNIFORMES,

Mapas y medallas

También se pueden ver objetos de recientes misiones en el exterior —desde que comenzó la participación de España en ellas ha fallecido más de un centenar de militares españoles y más de 200 han resultado heridos en accidentes— como planos de la zona de operaciones de Bosnia-Herzegovina, lanzagranadas, ametralladoras y pistolas, medallas de la OTAN de los Balcanes, Macedonia o Kosovo, y otras de la ONU.

Otra parte de la exposición la componen distintos uniformes, desde el de "rayadillo" del cabo de guardia de infantería (de 1912), pasando por el de formación de alférez de infantería (de 1942), a otros más actuales como el de suboficial especialista del Ejército de Tierra del equipo de desminado, el del soldado de la UME con equipo subacuático o el uniforme prototipo y equipación del programa 'Combatiente del futuro'.

Finalmente, como curiosidad, un canuto porta-licencia y documentos del año 1869 y un rincón dedicado a la música militar, con reproducciones del primer toque de la jornada, temas regionales, canciones de la mili, marchas hacia el beso de la bandera y el himno nacional. Precisamente, un concierto a cargo de la Unidad de Música de la Academia de Infantería de Toledo ha cerrado el acto inaugural.

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