Representantes sindicales se encadenan en Las Palmas de Gran Canaria para protestar la reforma de negociación colectiva

Miembros de Intersindical Canaria, Frente Sindical Obrero Canario (FSOC) y Convergencia Sindical Canaria se han encadenado simbólicamente este jueves frente a las puertas de la Delegación del Gobierno en el archipiélago, en Las Palmas de Gran Canaria, en protesta por la reforma de la negociación colectiva que aseguran persigue debilitar el movimiento obrero.
Representantes De Sindicatos Protestan Contra La Reforma Negociación Colectiva
Representantes De Sindicatos Protestan Contra La Reforma Negociación Colectiva
EUROPA PRESS
Representantes De Sindicatos Protestan Contra La Reforma Negociación Colectiva

Miembros de Intersindical Canaria, Frente Sindical Obrero Canario (FSOC) y Convergencia Sindical Canaria se han encadenado simbólicamente este jueves frente a las puertas de la Delegación del Gobierno en el archipiélago, en Las Palmas de Gran Canaria, en protesta por la reforma de la negociación colectiva que aseguran persigue debilitar el movimiento obrero.

"La situación de debilidad del movimiento obrero va a quedar pactada con sangre mañana, dado que las capacidades de movilización en la negociación colectiva va a ser mucho más difícil", afirmó la coordinadora general de Intersindical Canaria, Lucy Rodríguez, en declaraciones a los medios.

Rodríguez ha calificado como una "grave agresión" para los trabajadores la reforma de la negociación colectiva, que el viernes, 10 de junio, se prevé apruebe el Consejero de Ministros y que consideró se trata de un "borrador de última hora".

Además, en el caso de Canarias, apuntó hay un "alto índice de desempleo", así como la existencia de una "precariedad laboral" tanto económica como horaria, lo que supone una "mayor agresión", ya que criticó que sean las empresas las que tengan el ámbito "preferencial en la negociación colectiva" con los empleados.

De esta forma, aseguró se pretende "debilitar al movimiento obrero; borrar de un plumazo a las organizaciones sindicales de clase". Añadió que con la reforma desaparece los convenios provinciales.

"Las organizaciones sindicales de clase, las organizaciones sindicales en Canarias, no vamos a parar, vamos a seguir convocando movilizaciones y vamos a seguir haciendo desobediencia a esta nueva forma de negaciones colectiva", apostilló.

Para ello, dijo, intentarán estar en las asambleas de trabajadores para plantear cómo "no acatar este marco de negociación" colectiva.

Destruir el sistema

Asimismo, señaló que se trata de una reforma laboral "sostenida en el tiempo", considerando que "es una fase más", de ahí que incidió en que continuarán manifestándose para recuperar lo que había y "seguir avanzando hacia la destrucción de las bases del sistema que permiten estos niveles de explotación".

En cuanto a las consecuencias de esta reforma para los trabajadores, explicó que implicará que aquellas personas que "no están dispuestos a pasar por el aro, se les intente poner en la calle".

Cuestionados por los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, dijo que son "copartícipes" del sistema actual. Por lo que calificó de "pantomima" la actuación de los sindicatos citados cuando afirman que han roto las negociaciones; mientras que en el caso de la patronal empresarial aseguró que ellos lo que quieren es "acabar con la negociación", en su opinión dicen que no están de acuerdo porque "la reforma no acaba aquí".

Persigue mejorar a las grandes

Por su parte, el secretario de FSOC, Daniel Casal, reiteró que se trata de una "agresión más del capital a los derechos de la clase trabajadora", ya que afirmó que cuando "hay que mejorar los resultados de las grandes empresas, el cuello que se aprieta es el de clase trabajadora".

En este sentido, también criticó que todo ello se hace con la "colaboración de los dos emporios sindicales, CCOO y UGT". Por ello, apuntó que no pararán y, por contra, reforzarán la "lucha en la calle, en las asambleas".

Al respecto, indicó que están preparando una manifestación para el próximo 30 de junio. Añadió que se persigue, además, hablar con organizaciones sindicales de diferentes puntos del país con el objetivo de extender las movilizaciones a otras partes de España.

"El Gobierno de Zapatero cada vez que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le llama por teléfono se pone de rodillas y cumple rigurosamente lo que le obligan desde los grandes centros de poder económico y financiero", apuntilló.

Asimismo, se refirió al movimiento del 15M para señalar que "hay un malestar" en la sociedad. Por ello, consideró que se irán uniendo grupos en protesta por la situación.

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