Suspenden la tercera sesión del juicio contra el exgerente de Paterna al admitir nuevas pruebas de defensa

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha suspendido este jueves la tercera sesión del juicio contra un hombre, exgerente de un club deportivo de la localidad valenciana de Paterna, acusado de abusar sexualmente de niños de entre 10 y 13 años durante el año 2007 y hasta julio de 2008, al admitir dos nuevas pruebas propuestas por la defensa.
Exgerente De Un Club De Paterna, Durante El Juicio
Exgerente De Un Club De Paterna, Durante El Juicio
EUROPA PRESS
Exgerente De Un Club De Paterna, Durante El Juicio

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha suspendido este jueves la tercera sesión del juicio contra un hombre, exgerente de un club deportivo de la localidad valenciana de Paterna, acusado de abusar sexualmente de niños de entre 10 y 13 años durante el año 2007 y hasta julio de 2008, al admitir dos nuevas pruebas propuestas por la defensa.

Juan Carlos Navarro, el abogado del acusado, ha pedido al tribunal que incluya en la causa dos nuevas pruebas periciales: la primera, la de un urólogo que reconoció al procesado; y, la segunda, la participación de un psicólogo propuesto por esta parte durante la ratificación de los informes que incluyen testimonios de los menores.

El tribunal ha aceptado las pruebas propuestas y, como consecuencia, ha suspendido la vista prevista para este jueves para el próximo día 22 de junio, según ha informado el letrado a Europa Press.

El acusado, que siempre ha negado los hechos que se le imputan, se enfrenta a una pena de 47 años de prisión por 11 delitos de exhibicionismo, nueve de abusos sexuales y cuatro de intento de abuso.

Según consta en el relato del ministerio público, el exgerente mantuvo durante el año 2007 y hasta julio de 2008 conversaciones de contenido sexual con algunos niños del club, de entre 10 y 13 años, en las que les incitaba a masturbarse, les mostraba imágenes pornográficas y sus órganos sexuales.

Los niños obedecieron al procesado en cada ocasión y no lo contaron a ningún adulto, ya que el acusado les convencía de que lo que hacía con ellos era normal, de que serían unos ignorantes si no colaboraban en esas prácticas y los amenazaba con que se quedarían sin amigos o serían castigados si lo contaban, según se indica en el mismo escrito.

En julio de 2008, los niños decidieron contárselo a sus padres, quienes denunciaron los hechos. Tras ello, los agentes practicaron un registro en el despacho del acusado donde intervinieron tres calendarios, una revista con imágenes de desnudos y un ordenador con imágenes pornográficas.

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