Trabajadores del hospital vizcaíno de Cruces se han concentrado este martes, convocados por los sindicatos ELA, LAB y ESK, para reclamar una sanidad pública vasca "de calidad", condiciones de trabajo "dignas" y negociación colectiva "real".

Los representantes sindicales han lamentado que la negociación colectiva "está absolutamente condicionada por las políticas de recorte" y, en este sentido, han censurado que se plantee un "recorte presupuestario" de un 3,2 por ciento para 2011, a pesar de que "nuestro presupuesto esta muy lejos de la media de la OCDE".

Asimismo, han criticado los "recortes salariales adicionales a los de 2010 y extendidos a todas las mensualidades", aunque en 2009 "se comprometieron a una subida de IPC (3%)", lo que supone "un robo" de entre 700 y 3.500 euros en función de la categoría.

También han advertido de que se lleva a cabo una política de "no sustituciones", de manera que "si un compañero se ausenta o cae enfermo, se procede al sálvese quien pueda" aunque, en "muchos centros, las cargas de trabajo ya son inasumibles".

Según han denunciado, "no hay, ni habrá, negociación colectiva en Osakidetza en un futuro inmediato para hablar de la mejora de las condiciones de trabajo", sino que "han decidido negar el derecho a la negociación colectiva a los trabajadores de Osakidetza y suplantarla por reuniones que se limitan a dar cuenta de planes y proyectos decididos de antemano", lo que llevó a ELA y LAB a levantarse de la mesa de negociación el pasado 2 de junio.

Ante esta situación, ELA, LAB y ESK han convocado al personal del hospital de Cruces a concentrarse bajo el lema 'Por una negociación colectiva real. EPE inposaturik ez! Murrizketarik ez!' y han anunciado nuevas movilizaciones en el Hospital Santiago (14 de junio) y el hospital Donostia (el 21 de junio).

Los sindicatos han exigido "explicaciones" sobre las informaciones publicadas en distintos medios de comunicación sobre los incentivos económicos de los directivos y han demandado "soluciones reales" para los actuales problemas de Osakidetza.

De este modo, han reivindicado el incremento del gasto sanitario a la media de los países desarrollados, ofertas públicas de empleo "con plazas suficientes" y una "apuesta por lo público".