Fernando Aramburu recoge 8 cuentos en 'El vigilante del fiordo' en "uno de los mejores momentos" de este género

Asegura que "en España nos pasamos el día corrigiendo la historia, por eso todavía tiene vigencia la Guerra Civil"
El Escritor Fernando Aramburu
El Escritor Fernando Aramburu
EUROPA PRESS
El Escritor Fernando Aramburu

El escritor Fernando Aramburu ha seleccionado un total de ocho relatos para su nuevo libro, 'El vigilante del fiordo' (Tusquets), en "uno de los mejores momentos que vive el relato en la historia de la literatura española", según ha afirmado el autor vasco en un encuentro con los periodistas celebrado en Sevilla.

Aramburu, que presenta su libro este martes en la Biblioteca Pública Infanta Elena de Sevilla a las 20,00 horas, en el contexto del programa Letras Capitales, ha asegurado que su última obra "no es un hecho creativo aislado", sino que "juega con varias líneas creativas", si bien, ha dicho, con 'El vigilante del fiordo' "he reanudado la línea creativa que dejé en 2006 con el anterior libro de relatos".

En este sentido, ha expresado que tenía ganas, otra vez, de escribir relatos, del mismo modo que ha aseverado que el primer relato de este libro "podría perfectamente no desentonar en el libro anterior" y ha continuado diciendo que es un "aficionado" de dicho género, tanto como lector como escritor, frecuentándolo "con mucho placer".

De esta forma, Aramburu ha recordado que el título de esta nueva obra lo ha rescatado del título de uno de dichos cuentos, que es "el corazón del libro", y ha añadido que "tiene la sospecha de que el mismo es sugerente, coloqué el cuento en el centro del libro, es uno de los más largos y literariamente menos irrelevantes, por lo que consideré que era el adecuado para nombrar el conjunto".

Así, se inspiró en la granadina Conrada Muñoz para escribirlo, a cuyo hijo, funcionario de prisiones, envió ETA en 1989 un paquete bomba explotándole a ella y falleciendo por consiguiente; una historia que le sirvió "de estímulo" y le llevó a idear el mencionado cuento, "que no tiene que ver con la historia de esta señora, pero sin la cuál no se me habría ocurrido esta idea".

De los mejores momentos

Asimismo, Aramburu ha señalado que el relato se encuentra "en un buen momento, quizá en uno de los mejores momentos que ha tenido en la historia de la literatura española", sin ser esto "exagerado". No obstante, ha mencionado que "se comprueba que hay editoriales que publican el relato, quizá no tanto las editoriales comerciales, pero entre las de prestigio sí".

Por otro lado, ha indicado que existen "excelentes cultivadores del género en España, de todas la edades y generaciones", y es que, ha agregado, "el cuento funciona bien en Internet, hay foros de aficionados al cuento que escriben y difunden", es más, "hoy escribir cuentos en España no es una tarea de bichos raros, hay un público de cuentos creciente aunque no mayoritario, no creo que nunca sea mayoritario".

De este modo, ha comentado que "la razón de esto quizá sea que el cuento es para disfrutadores de la literatura", puesto que "exige un paladar que no todo el mundo tiene". Aramburu "asume" que esto es así y, además, ha dicho, "no me gusta lloriquear porque no hay 'best sellers' de cuentos".

De igual forma, ha reconocido su "tendencia a lo cruel y a lo crudo cuando escribo cuentos", algo que ha justificado aseverando que "el cuento vive de la intensidad, no puede ser flojo, no puede transmitirse con medias vibraciones y temperaturas bajas, el cuento es intenso en sí, quizá por eso sin darme cuenta tiendo a favorecer las historias trágicas o tristes y reservo el humor para los relatos largos, para las novelas".

En esta línea, ha explicado que "cuando escribía poesía evitaba los tonos humorísticos y jocosos, me parecía que automáticamente me llevaban al tono menor y quizá soy víctima del mismo prejuicio cuando escribo cuentos". De otro lado, Aramburu ha mencionado que no ha querido hacer un libro de cuentos que girasen sobre el mismo tema, argumentando que no sabe por qué "algunos exigen unidad temática a los cuentos, como si la variedad fuera un defecto", cuando "cada cuento es un mundo en sí y tiene su propia personalidad".

Al respecto, ha afirmado que el cuento "requiere la participación activa de los lectores, no lo cuenta todo, porque toda la historia es infinito". Los elementos que forman parte del cuento "son escasos", es decir, "el poder de sugerencia del relato es mayor que el de la novela, pues el cuento no describe, sugiere, mientras que el lector va rellenando las sombras", ha concluido.

"a la espera del ataque"

En cuanto al contenido, Aramburu ha explicado que, a diferencia que en los países europeos, en Estados Unidos "predomina el escritor profesional, que está a la espera del ataque de guerras para sacar partido literario a los hechos", de manera que "a los cinco minutos de caer la primera torre —en el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York— ya hay alguien dándole a las teclas, sabiendo que será firmable y que gustará a muchos".

En concreto, "en España nos pasamos el día corrigiendo la historia, por eso todavía tiene vigencia la Guerra Civil". Parece que "uno está como obligado a contar su visión de la contienda aunque no la vivió". Por último, y en relación a atentados que han tenido lugar en los últimos años, ha recordado que los del 11-M "enseguida me afectaron mucho y enseguida supe que algún día escribiría sobre esta cuestión porque reunía una enorme cantidad de drama personal".

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