Junto a Makoto Ozone, Gary Burton lleva desde los 60 dando que hablar. Su permanente gira internacional comenzó cuando tenía 16 años, y desde entonces se ha convertido en un virtuoso de un instrumento poco prolífico en el mundo del jazz. En su ya larga carrera, este norteamericano ha colaborado con algunos de los principales músicos del jazz contemporáneo. Pero su alianza más fructífera y duradera es la que mantiene actualmente con el pianista japonés Makoto Ozone.

A lo largo de casi 20 años han creado su propio sentido de un estilo siempre cambiante. Partiendo de la tradición musical más clásica, esta peculiar pareja ha hecho «todo tipo de fusión dentro del jazz», tal y como subrayó la directora de la Fundación Barrié, Marta Rey, en la presentación de este nuevo ciclo de jazz.

Una investigación musical que a Burton y Ozone les ha valido el reconocimiento del público y de la crítica. De hecho, en su currículum acumulan varios Grammy de más de una decena de nominaciones.

El concierto de mañana permitirá descubrir una pareja que sobresale, especialmente, por su virtuosismo. Y por su forma de entender la música sin fronteras.

* Palacio de la Ópera. Glorieta de América, s/n. Mañana, a las 20.00 horas. La entrada es gratuita, pero con invitación. Se puede retirar mañana, a partir de las 12.00 horas, en la sede de la Fundación Barrié, en el número 9 del Cantón Grande.

De clase al escenario

Los caminos de Burton y Ozone se unieron en el prestigioso Berklee College of Music de Boston. Un centro del que el vibrafonista fue alumno, primero, y profesor, después. En su etapa docente, en la década de los ochenta, conoció al brillante estudiante Makoto Ozone y lo fichó para ser su compañero.