La Editorial Jirones de Azul celebra en este mes de junio los cinco años de su primera publicación, a pesar de que las puertas las abrió por primera vez el 2 de enero de 2006, un periodo en el que el sello sevillano se ha acercado a "la visión nueva de las tradiciones locales con ojos de autores jóvenes".

Así lo ha manifestado la directora de Jirones de Azul, Rosa García, en una entrevista concedida a Europa Press, donde ha destacado que la editorial pasa por "un momento de cambios y cosas interesantes" para adaptarse a la era digital, motivo por el cual este lunes presenta en la Fundación Cruzcampo las bases de su catálogo digitalizado en el que pretenden publicar todos los fondos —en principio un total de 17 obras— para eBook o iPhone, entre otros medios, si bien, avisa, "no abandonamos el papel".

En esta labor por promocionar a noveles, asegura que ella es "escritora antes que editora", de modo que, confiesa, "me tuve que ir fuera de Sevilla porque no encontraba una editorial para mi obra", por lo que "con la editorial quiero tender un puente entre mucha gente desconocida que ha escrito sobre Sevilla y tiene su obra metida en un cajón sin ser publicada".

En la trayectoria de los cinco años, la directora se queda con "los muchos momentos pequeños de magia e ilusión con las caras de los autores cuando recogen el libro por primera vez, gente joven que publica su primera obra", así como la primera presentación en junio de 2006, con la obra 'Con buenas palabras', que recogía los relatos y poemas ganadores del primer certamen Jirones de Azul, al que había concurrido más de 500 obras desde sitios tan remotos como China, Israel, Argentina, Estados Unidos o Francia, celebrado en un salón del Hotel Alfonso XII que se llenó con más de 250 personas, "a pesar de coincidir con el comienzo del Mundial de Alemania".

También ha habido momentos "difíciles y duros, como la muerte de un autor o cuando empezamos que se anunciaba en la radio la crisis y me decían que estaba loca al montar una empresa en este tiempo", sin embargo, "la gente no ha faltado en los reveses fuertes y el equipo se ha crecido", declara Rosa.

Tal es así, que asevera que "cuando vengan los momentos buenos o normales, como no los hemos conocido, va a parecer muy divertido para el equipo". Y es que, resalta, "estamos sobreviviendo en tiempos muy complicados y es como un entrenamiento duro que nos ha hecho crecer mucho de manera austera, pensar los proyectos y esperar los frutos, aunque estemos un poco asustados".

Al respecto, defiende que en estos momentos "la necesidad activa mucho la creatividad", como ocurre con la digitalización o pensar mucho las portadas, de modo que, "veo la trayectoria de los primeros años y la creatividad es mucho mayor, no sólo por la experiencia, pues también hay que optimizar las inversiones, pero hay una parte positiva, como un filtro que te anima a superarte", detalla la directora a Europa Press.

En concreto, cuando nació este sello "el eslogan era 'Sevilla en las manos', me gustaba el hueco dejado por la Editorial Castillejo y la idea era estar muy cercanos a los temas sevillanos y sobre todo a la visión nueva de las tradiciones con ojos de autores jóvenes, como la Semana Santa". No obstante, el catálogo cuenta con más de 180 títulos, "todo un abanico muy amplio en el que cabe todo el mundo, pues, si llega alguien con un proyecto y es bueno se incluye en una colección o se abre otra, como se realizó con el tema del fútbol".

Digitalizar obras clásicas

Respecto a la nueva andadura en la era digital, Rosa García asegura que desde el principio lo han tenido "muy claro y los libros electrónicos son la salvación, pese a que hay una leyenda negra de que los editores no queremos libros electrónicos". Y es que, según detalla, "la inversión más grande se realiza en la imprenta y después se almacenan muchos libros, mientras que si tu haces el libro electrónico se pueden realizar descargas y en vez de publicar 40 libros, publicas el doble y das más oportunidades a los autores".

Es por ello que la Editorial Jirones de Azul se fija como objetivos digitalizar todo su catálogo, al tiempo que también publicará en formato papel, de hecho, "queremos duplicar la producción anual, pero hay una serie de libros que no podemos sacar por ser una inversión muy grande y se va a hacer en formato digital", como son las más de cien obras clásicas de autores sevillanos, como Núñez de Herrera, relacionados con la Semana Santa desde 1920 hasta la actualidad y que "los lectores han demandado", subraya la directora.

Entretanto, destaca que la digitalización "se ha planteado mal desde el principio por los vacíos legales o que no todos los dispositivos leían los libros". Por ello, el equipo de Jirones de Azul ha realizado cursos en Barcelona y "ya funciona todo y tenemos claro que es el futuro de la edición, que va a convivir con el papel, igual que ha pasado con la radio, la televisión e Internet".

De este modo, proclama que "el libro electrónico es el futuro y la salvación del gremio editorial", porque, comenta, "se abaratan mucho los costes y se venden más libros". De hecho, "el Ministerio de Cultura ha pedido que se baje el precio a los libros electrónicos", algo con lo que está "de acuerdo", y aunque "es un gremio complicado con mucha gente mayor que le cuesta entrar en este mundo, hay que derribar el muro con el tiempo, no más allá de un año".

Asimismo, insiste en que "un libro cuando tiene tres meses es viejo y eso no puede ser", por lo que "las librerías tendrán que acondicionarse y la gente irá a descargarse los libros", una actividad que ya se realiza en otros países, menciona Rosa García.

Por tanto, "no hay que tomar como enemigo al libro electrónico", que además facilitará el trabajo editorial, puesto que "vender fuera de Sevilla es complicado para los editores locales, no tenemos estructura y no acompañan los tiempos", por ello "la manera de hacerlo es el formato digital y así poder llegar a hispanoamérica, donde también demandan lecturas sobre Sevilla", declara a Europa Press la directora de Jirones de Azul, quien pregona que la ciudad es "un referente cultural y una marca".