El portavoz del Grupo Parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, ha considerado este viernes que las conversaciones para recuperación de la unidad del BNG, que se están canalizando a través de una comisión abierta a todas las sensibilidades integradas en la formación frentista, van "bien", pero ha incidido en que, como una planta que requiere cuidados, este proceso necesita "calor" y "discreción".

Preguntado en rueda de prensa por la evolución de la comisión interna que ha abierto el Bloque después del Consello Nacional celebrado el pasado sábado día 28 de mayo, Carlos Aymerich sintetizó su desarrollo con un "bien". "Sobre las conversaciones bien, no hay más que decir", ha expresado el diputado y líder de +Galiza —corriente integrada en el máximo órgano de decisión entre asambleas y que obtuvo un 40 por ciento de representación siendo la fuerza con mayor peso en el Consello—.

Así, y como líder de esa sensibilidad al ser preguntado por la posibilidad de que el BNG recupere en el próximo cónclave el asamblearismo —que fue sustituido por la fórmula de delegados en 2006—, Carlos Aymerich sentenció que "están abiertos a todo lo que suponga integrar" y recuperar la "confianza interna".

"Eso no va a ser ninguna dificultad", ha aseverado, recordando que así quedó reflejado en la última reunión del Consello Nacional en que todas las sensibilidades se mostraron abiertas a recuperar esa condición del Bloque. Esta condición constituye una demanda que el Encontro Irmandiño —partido integrado en el BNG y que está liderado por Xosé Manuel Beiras— pidió ya para el cónclave extraordinario de mayo de 2009 (cuando el bipartito fue desalojado del Gobierno) y ahora volvió a demandar para este proceso ordinario.

Carlos Aymerich comparó este proceso abierto en el seno del BNG y que busca la recuperación de la unidad para recuperar el peso social de la formación en la sociedad con el cuidado de una planta, que necesita unas condiciones de "calor" y "humedad". En este caso, ha manifestado que las conversaciones internas precisan un "clima de discreción", que él "personalmente" declina romper, para que "esa planta vaya creciendo".

Recuperar la unidad

La integración es, precisamente, una de las cuestiones que las asambleas locales del BNG están sometiendo a debate en sus diferentes análisis de los resultados electorales del 22 de mayo. Primero fue en el consello local de Lugo, al reconocer que el descenso electoral tiene como una de sus causas el "error" de que la mitad de la militancia quedase excluida de la candidatura; y luego ha sido Ourense, que este jueves también trató este asunto en su asamblea local con la voluntad de reintegrar a los que pudieron ser excluidos.

Además, sobre la decisión de la asamblea de Ourense de dar luz verde al inicio de las conversaciones con el PSdeG que lidera Francisco Rodríguez para reeditar el bipartito, Carlos Aymerich ha resuelto que las determinaciones que adopten en las localidades están "bien" decididas.

Las decisiones de cada localidad se hacen bajo el paraguas del Consello Nacional, que acordó que fuese cada asamblea la que tomase esa decisión. Así, Aymerich ha resaltado que los compañeros, tanto opten por integrarse como quedarse fuera de los gobiernos locales, como en el caso de Vigo, "hacen lo mejor" en función de las "circunstancias" específicas de cada caso.