La Generalitat valenciana y diferentes asociaciones de agricultores de la Comunitat han reclamado al Gobierno central una "reacción inmediata" ante la denominada crisis del pepino que permita habilitar un "presupuesto extraordinario" para adelantar el pago de las pérdidas ocasionadas en el campo valenciano y español y medidas como hacerse cargo, al precio pactado antes del conflicto, de la retirada de las producciones que no han podido canalizarse al mercado.

Así lo ha expresado la consellera de Cultura, Maritina Hernández, y los portavoces agrarios tras mantener una reunión de trabajo, en la que, por cierto, los participantes han tomado gazpacho con su correspondiente parte de pepino.

Al término del encuentro, la representante del Ejecutivo autonómico ha recalcado que el efecto de esta crisis es "drástico y crítico" sobre el sector de las frutas y hortalizas valencianas y ha cifrado el impacto económico directo en unas pérdidas de 20 millones de euros. No obstante, ha hecho notar que a esta cantidad habrá que sumar "otro daño a la imagen que ahora mismo no se puede evaluar pero que va a ser muy importante y se sufrirá durante las próximas semanas, meses e, incluso, en campañas de algunas producciones".

Esto puede suponer, ha advertido, "una disminución del consumo pero también una depreciación del precio al que se compra". "Y estamos hablando de un sector que está trabajando ya sin márgenes comerciales y que, por lo tanto, no puede soportar una depreciación adicional al precio actual", ha aseverado.

Por esta razón, Hernández ha recalcado que desde el Consell se ha pedido al Ministerio que la retirada de las producciones que no se han vendido se haga "al precio de mercado, al que estaba pactado y al que se estaba vendiendo antes de la crisis", junto a "campañas de promoción de la imagen, que se tienen que hacer de forma inmediata porque restituir la confianza y la credibilidad no es una cosa que se haga en unos días".

En este sentido, ha aclarado que la Generalitat "exige" las ayudas al Gobierno español —que es quien tiene la interlocución con la Unión Europea— y que éste, después, "lo repercutirá como considere" en Europa.

En opinión de la consellera, "tiene que haber una reacción del Gobierno frente a las autoridades europeas para revisar los sistemas de alerta y para ser muy exigentes en la petición de los presupuestos extraordinarios que permitan paliar las pérdidas". "En definitiva, pedimos al Gobierno de España que se ponga a trabajar de forma activa y en todos los frentes", ha apostillado.

"Lo que nos hubiera gustado, francamente, —ha proseguido— es que las ministras de Asuntos Exteriores, Sanidad y Agricultura hubieran tenido ocasión de utilizar el avión que utilizó Rubalcaba para Almería para irse a Alemania y a Bruselas a resolver la problemática in situ, de forma directa y con una apuesta real por este sector".

Hernández —que ha subrayado la "sensibilidad especial" del Consell por todas las personas que están sufriendo en Alemania los efectos del E.coli— ha declarado que el sector agrícola, "que tiene un impacto económico en la sociedad extraordinario, no ha sido agente causante de la crisis, por lo que tiene que ver resarcida esta situación".

"adelantar el pago y pasar la factura"

En términos similares se han pronunciado los portavoces de las organizaciones agrarias. Así, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha señalado que, "una vez que está claro que la acusación lanzada contra España es falsa, exigimos al Gobierno de España que adelante el pago de los daños y comience a hacer por toda Europa una campaña de imagen de los productos españoles y después le pase la factura a la UE, que no ha sabido supervisar esta crisis y que no ha sabido ser objetiva".

Por su parte, el secretario general de La Unió de Llauradors, Ramón Mampel, ha reclamado también que el Estado español "ponga sobre la mesa" este presupuesto extraordinario para "recuperar toda la dignidad del producto y los productores".

Finalmente, el secretario general de ASAJA-Alicante, Eladio Aniorte, ha instado "al Gobierno en pleno, porque este tema no es para que lo hagan ni secretarios, ni 'rubalcabas' ni 'supermanes' ni nada de eso", que "solucione los problemas en Bruselas y no dormir aquí". Igualmente, ha visto en la crisis un "interés político y económico destructivo hacia los productores españoles".