El actor onubense Mariano Peña se ha mostrado muy satisfecho de su papel en No lo llames amor, llámalo X, una cinta dirigida por Oriol Capel en la que encarna a un director de cine porno en su ocaso, lo que le ha permitido pasar a un registro dramático, "algo (ha declarado esta semana) de lo que tenía muchas ganas".

La comedia muestra cómo Pepe Fons, un director de cine porno acabado, intenta llevar a cabo un proyecto por el que ser recordado, y afronta una producción ambientada en la Guerra Civil, rodeado de actores como Adriana Ozores o Paco León, que le dan a la cinta un aire de comedia que, sin embargo, se va tornando en drama en los minutos finales.

Peña, nacido en la localidad onubense de Manzanilla en 1957, explicó esta semana que fueron muchos los factores que le llevaron a aceptar la propuesta: "Una de las cosas que me motivó es que era un personaje principal, porque tenía ganas de saltar del secundario, y además el que fuera una comedia, aunque al final de la película da un giro y se puede decir que media sala sale con los ojillos caídos".

El actor, que ve en Pepe Fons "un personaje lleno de ternura, amargura y nostalgia", ha recordado además que al principio de su carrera le daban papeles dramáticos: "Me moría de ganas de hacer comedia y, si no quieres sopa, plato lleno, porque ya son seis años de Aída, y ahora me apetecía que la gente viese la otra cara de Mariano Peña".

Desde sus inicios en el teatro con La hermosa hembra (1982), Mariano Peña ha sido la cara de infinidad de obras, la última de ellas, La madre vigila tus sueños (2008). "Te puedes pasar la vida en el teatro, pero si haces una colaboración en una serie, aunque sean sólo tres minutos, te conoce todo el mundo, hasta el vecino del quinto", ha señalado.

El actor, en los últimos meses, ha compaginado el rodaje de esta película con su trabajo en Aída, donde, "además de lo complicado que es preparar cada episodio, las grabaciones se hacen con público, como en una obra de teatro". Gracias a su papel de Mauricio Colmenero en esta serie, la Unión de Actores le premió en 2006 como mejor actor secundario de televisión.