El padre de una de las atropelladas en Paseo Colón califica de "ruin" y "miserable" al abogado del condenado

La familia de Patricia Alfaro, la joven madrileña que falleció en abril de 2010 tras ser atropellada por un vehículo en el Paseo Colón de la capital hispalense, ha tachado este jueves de "ruin" y "miserable" la actitud del abogado de Fernando Vargas, que fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla a seis años y medio de cárcel.

La familia de Patricia Alfaro, la joven madrileña que falleció en abril de 2010 tras ser atropellada por un vehículo en el Paseo Colón de la capital hispalense, ha tachado este jueves de "ruin" y "miserable" la actitud del abogado de Fernando Vargas, que fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla a seis años y medio de cárcel.

En un comunicado remitido a Europa Press, el padre de la joven, José Alfaro, se refiere al recurso interpuesto por el letrado contra la sentencia que condena a su patrocinado y asevera que "no es verdad que haya testigos que declaren abiertamente y con absoluta seguridad que la situación de los semáforos estaba en verde para el conductor". "Es más, todos los testigos directos del atropello declaran que el semáforo del atropello estaba en rojo para el conductor, así como los anteriores", añade.

"Por lo menos, y en el caso más favorable para el conductor, los semáforos estaban en ámbar", según prosigue, para a continuación señalar que "así se recoge, ya probado, en la sentencia, basada en informes periciales de la Policía y en la declaración de los testigos". Según dice, "si nos atenemos a lo manifestado por el conductor, el semáforo del Palacio de San Telmo estaba en ámbar, lo que lleva infaliblemente a que los semáforos del cruce de Almirante Lobo y Torre del Oro estaban en rojo en el momento del paso del vehículo".

A juicio del padre de Patricia Alfaro, "no se puede argumentar que el conductor circulaba correctamente, cuando superaba los 100 kilómetros por hora", por lo que "solamente un abogado de la defensa igual de miserable que el conductor puede decirlo". "Hay que tener caradura y ser despreciable para decir en el recurso como argumento de la defensa que Almudena González —la otra víctima— había ingerido bebidas alcohólicas, cuando los informes toxicológicos practicados a las víctimas indicaron que el índice era nulo o insignificante, puesto que con anterioridad al atropello estuvieron cenando", puntualiza.

"psicópata asesino"

No obstante, en la sentencia del Juzgado de lo Penal y en el atestado "sí se recoge la situación del conductor, el psicópata asesino Fernando Vargas, que, amén de la velocidad, llevaba en sangre 1,18 gramos/litro dos horas después del atropello", añadiendo que "ya es punible un índice de 0,50 gramos/litro en sangre, imagínense un 230 por ciento más", todo lo cual le sirve para concluir que "no es difícil imaginar que dos horas antes, en el instante del atropello, iba como una cuba".

Asimismo, José Alfaro también se pregunta si, "siendo este tal Fernando el camello de algunos amigos del fútbol que estuvieron con él en el campo del Sevilla, no habría consumido algún tipo de droga o pastilla psicotrópica, ya que era consumidor habitual de drogas y portador en el momento de ser detenido por el taxista", pues "si no para qué se bajó de inmediato del coche y fue a los jardines del Teatro de la Maestranza, donde después se encontró casualmente una papelina de cocaína".

"Es una vergüenza que este abogado de dudable honestidad, ya casi en el final supongo de sus días profesionales, se dedique a echar falsas pruebas en la prensa, cuando se debería felicitar por la poca condena que le ha caído a su defendido", según asevera el padre de Patricia Alfaro, quien critica que "sólo una persona indeseable trata de ensuciar la conducta intachable en la corta vida de Almudena y Patricia, personas que no hicieron nunca daño a nadie y que fueron ejemplares e inocentes, asesinadas por un sujeto despreciable que no respeta la vida, y defendido por otro de igual calaña".

Por todo ello, lamenta "muchísimo" que en la "digna" profesión de la abogacía "haya personajes ruines como este letrado, que no se debe dar cuenta —ni en los días del juicio tuvo algún sentimiento o palabra para los padres— de que a nosotros nos han quitado a nuestras hijas". Por último, confía en que la Audiencia Provincial "contemple la gravedad de los hechos y rectifique la parquedad de las condenas para que haya consuelo para el dolor imperecedero de las familias por la pérdida de nuestras hijas".

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