La Agència de l’Habitatge de Cataluña ha impuesto a los tres propietarios de un piso del barrio de la Florida de L’Hospitalet (Barcelona), Muhammad I., Anser A. y Muhammad Sajjad A., una multa solidaria de 6.000 euros por una "falta grave" al tener la vivienda sobreocupada desde 2005.

En este periodo de tiempo, han vivido en este domicilio de 44 m2 un total de 40 personas. En julio de 2008, llegaron a juntarse 18 inquilinos, cuando el máximo permitido son cinco.

Se trata de la primera sanción de la Generalitat a los propietarios de un piso sobreocupado y ha llegado tras las denuncias repetidas de una vecina desde 2009. El Govern ha decidido asumir así una competencia que, en principio, es municipal, pero que la 'Llei de l’Habitatge' le permite ejercer si hay "inactividad sancionadora de un ente local". "Es el primer caso y no será el último", advierte el director de la Agència de l’Habitatge, Jaume Fornt, porque "si vemos que un ayuntamiento no ha actuado y podía hacerlo, actuaremos nosotros". La Generalitat considera que es "un fenómeno que no se puede permitir" y está decidida a "hacer uso de nuestras competencias".

¿Mediación o sanción?

En todo este asunto, el Ajuntament de L’Hospitalet ha optado por la vía de la mediación. De hecho, ahora sólo vive en el piso una pareja, que subsiste en él alumbrándose con velas porque la luz está cortada. A esta situació se ha llegado después de que uno de los propietarios alegara, para evitar ser sancionado, que el piso estaba pendiente de la ejecución de la resolución judicial que lo había adjudicado a un banco por el impago de la hipoteca. Esta alegación ha sido desestimada.

El Ajuntament defiende que, gracias a la mediación, ha reducido a la mitad el número de pisos sobreocupados en los últimos dos años, hasta llegar a los 251 que hay ahora en L’Hospitalet. Sólo en 10 casos ha tenido que abrir expedientes.