El ministerio fiscal ha rebajado en más de la mitad la petición de penas de prisión para los cinco acusados juzgados este martes por tráfico de drogas —hay una sexta acusada que fue declarada 'en rebeldía' al no presentarse en la vista—, y ha pasado de pedir penas que sumaban 48 años y tres meses de cárcel, a condenas que suman 17 años y medio.

Esta modificación se hizo pública en la sala después de que Fiscalía y defensas hubieran llegado a un pacto tácito, de manera que los acusados han reconocido su participación en los hechos. Así, Basilio R.P., su hijo Joaquín R.B., su exmujer Rosa B.M., y otros dos acusados, Manuel G.C., y Aitana Noemí V.R., solo intervinieron en el juicio para contestar a una pregunta del fiscal y reconocer su participación en esa red de distribución de heroína —salvo el caso de Joaquín, que ha precisado que desconocía que su padre guardara heroína en zulos escondidos en zonas de monte—.

Al comienzo de la vista, los abogados defensores pidieron la nulidad de los procedimientos, por considerar que se habían vulnerado los derechos fundamentales de los acusados al intervenir sus teléfonos, y no ser informados de los motivos de las detenciones, entre otras supuestas irregularidades. Tras esta petición, el tribunal se retiró a deliberar pero no llegó a resolver sobre esta cuestión porque se reanudó el juicio con un acuerdo entre acusación y abogados defensores —y ya ha quedado visto para sentencia—.

Según el escrito de la Fiscalía, Basilio era el cabecilla de la red, el que se encargaba de adquirir la heroína y contactar con los clientes. Su hijo Joaquín era quien entregaba la droga a los distribuidores secundarios —entre ellos, Manuel G.C., y Aitana Noemí V.R.— y clientes, su madre Rosa llevaba los asuntos de contabilidad, y en todas las tareas colaboraba María Eugenia, la que era pareja de Basilio y que este lunes no se ha presentado ante el tribunal.

Detenciones y registros

La investigación policial permitió detener a Basilio y María Eugenia cuando se encontraban en una zona forestal de Santa Marta, en el municipio de Mos (Pontevedra). Basilio se dirigió a un escondite en el que ocultaba droga, para retirar 50 gramos de heroína, que iban a ser entregados a Manuel G.C. a cambio de 2.400 euros. Al mismo tiempo que se arrestaba a estas dos personas, también fue detenido Manuel, que les esperaba en la zona de San Antoniño, en Mos.

En ese 'zulo' de Santa Marta, la Policía encontró varios botes de cristal herméticamente cerrados, que contenían 70 bolsas con un total de 1.720 gramos de heroína, además de un revólver en perfecto estado para su uso. Las fuerzas policiales también localizaron otro escondite en una zona de monte de la parroquia de Cela, en el municipio de Bueu, donde había 43 bolsas con algo más de mil gramos de heroína.

En el registro domiciliario de la vivienda familiar de Rosa y Basilio, los agentes encontraron varias notas con anotaciones sobre fechas y entregas de droga a los clientes. La misma información se encontró en documentos localizados en la vivienda que el acusado Basilio compartía con María Eugenia.

Las pesquisas policiales se iniciaron con la vigilancia a la acusada Aitana Noemí V.R., a quien Joaquín vendía heroína. La investigación desveló, asimismo, que esta mujer se dedicaba también a la distribución de cocaína —la Policía identificó a varios de sus clientes—, y en su casa se encontró 2.324 gramos de heroína y una báscula de precisión.

Petición de penas

Por estos hechos —reconocidos por los acusados—, el fiscal solicita para Basilio una pena de seis años de cárcel por tráfico de drogas y otro año más por tenencia ilícita de armas, así como una multa de 283.729 euros; para Joaquín, Aitana Noemí y Manuel, solicita una pena de 3 años de prisión para cada uno, por tráfico de drogas, y tres multas de 70.932 euros. En el caso de Rosa, el ministerio fiscal considera que su relación con los hechos es "accesoria" y que es, en todo caso, cómplice del delito, por lo que reduce la petición a un año y medio de cárcel, además de la multa de 70.932 euros.

El fiscal ha reconocido en el juicio el atenuante de drogadicción para Aitana Noemí y Manuel, una circunstancia que la defensa de Joaquín también alegará. En este caso, si el juez acepta la petición de la Fiscalía y les condena a 3 años, la ejecución de la pena puede ser suspendida por su condición de toxicómanos. En el caso de Rosa, si es condenada con arreglo a la petición del fiscal, tampoco ingresaría en la cárcel, al ser una pena menor de dos años, mientras que el que sí iría a prisión sería Basilio R.P..