Siete conductores han sido imputados durante los últimos días por la Policía Foral por delitos relacionados con la seguridad vial. Cuatro de ellos triplicaron la tasa máxima de alcohol autorizada en las pruebas que les fueron practicadas.

Un domiciliado de Pamplona, de 53 años, que circulaba el 23 de mayo por la N-121-A en el término de Bera, fue imputado como responsable de los delitos de conducir con una tasa de alcohol que multiplicaba por tres el límite permitido y por hacerlo con el permiso retirado por sentencia judicial.

También triplicaron la tasa una vecina de Pamplona de 35 años, según la prueba a la que fue sometida el día 24 de mayo tras ser interceptada cuando circulaba por Pamplona a una velocidad reducida y dando bandazos; un hombre residente en Elizondo de 38 años que fue observado el día 22 por una patrulla cuando conducía haciendo eses, y un motorista de 45 años, con domicilio en Pamplona, que fue interceptado en un control, de madrugada, en la PA-31 a la altura de Cordovilla.

Además, el día 24, un vecino de Barañáin de 18 años fue imputado por agentes de la Policía Foral cuando conducía un ciclomotor en Villava sin haber obtenido la correspondiente licencia.

El día 27 los policías que atendían un control de Seguridad Ciudadana en Tiebas-Muruarte de Reta imputaron a un vecino de Pamplona que conducía a pesar de tener retirado el permiso por pérdida de todos los puntos. Por la misma razón fue imputado el día 28 otro vecino de Pamplona, de 25 años, quien fue interceptado en un control de alcoholemia instalado en Aranguren.