Así se logró la detención del presunto criminal de guerra serbobosnio Ratko Mladic

  • Un seguimiento a sus familiares, que fueron puestos bajo vigilancia especial, fue clave.
  • Mladic "felicitó" a las fuerzas especiales serbias cuando lograron su detención.
  • El juez ha determinado que el presunto criminal de guerra sea extraditado al Tribunal Penal Internacional de La Haya.
  • Perfil: genocida, albañil y héroe de guerra.
Fotografía tomada de la web de la Interpol, que muestra al presunto criminal de guerra Ratko Mladic.
Fotografía tomada de la web de la Interpol, que muestra al presunto criminal de guerra Ratko Mladic.
Franz-Peter Tschauner / EFE
Fotografía tomada de la web de la Interpol, que muestra al presunto criminal de guerra Ratko Mladic.

Una exhaustiva supervisión de los movimientos y las comunicaciones de los familiares de Ratko Mladic, el presunto criminal de guerra serbobosnio, dio las pistas definitivas a las fuerzas especiales serbias para detenerle en una remota aldea al norte de Serbia, asegura la prensa local. Según informa el diario Danas, fuentes de la investigación indicaron que durante un año los familiares del exgeneral fueron puestos bajo vigilancia especial, lo que al final dio sus frutos el pasado jueves por la mañana.

"Os felicito muchachos, habéis encontrado a quién estabais buscando", habrían sido las primeras palabras de Mladic, informa el diario belgradense Politika. Esta reacción habría causado cierta sorpresa a los agentes serbios, que ese día registraron por primera vez la aldea del Lazarevo, hogar de varios parientes de Mladic. Según Politika, los policías habían anticipado una detención más difícil, ya que esperaban que Mladic iba a negar su identidad, fugarse con sus ayudantes o encerrarse en su refugio. Por eso, los agentes habían elaborado planes para impedir una resistencia armada o un suicidio del exgeneral, acusado de ser el responsable de miles de muertos durante la guerra de Bosnia (1992-1995).

Mladic, de 68 años, estuvo viviendo en la humilde casa de un primo en Lazarevo, una aldea de unos 3.500 habitantes, que en su mayoría son descendientes de colonos serbios llegados de Bosnia después de la Segunda Guerra Mundial. Branko Mladic, que acogió al exgeneral, no ha querido hacer declaraciones a la prensa serbia hasta ahora, alegando que "no tiene nada que decir", asegura Politika, que intentó entrevistarle. Mientras, su famoso primo ha pasado la segunda noche en prisión, en las instalaciones del departamento especial de crímenes de guerra de un Tribunal de Belgrado.

El juez de instrucción determinó ayer que Mladic está en condiciones de ser extraditado al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en La Haya. La familia del detenido anunció que recurrirá esta decisión, alegando su mal estado de salud.

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