El presidente electo de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha sido tajante al afirmar que "el enfado de los españoles era ya anterior al 15M"; razón por la que ha subrayado que "no ha tenido que ver con la debacle socialista", dado "lo súbito" de la aparición de esta corriente.

En una entrevista a Europa Press, Valcárcel ha insistido en que "no hay que atribuirle la debacle socialista a lo que postula el Movimiento 15M" que no es, ha explicado, "sino recoger los enfados de la sociedad, luego la sociedad no se ha enfadado con Zapatero porque ha surgido un 15M, sino que más bien el proceso es a la inversa: 15M es el resultado del enfado de la sociedad con las políticas socialistas".

"15M es el que pagaba una hipoteca que no puede pagar y me quitan una cosa, el que quiere buscar trabajo y no lo encuentra, el que ve con desazón que no hay futuro y esperanza con las políticas del Gobierno central", ha indicado el presidente electo de Murcia, quien deja entrever que para los próximos comicios generales, este movimiento puede incidir "realmente".

Más extenso ha sido Valcárcel a la hora de adentrarse en la nomenclatura propia de dicha corriente, la de 'Democracia Real'; un tema, a su juicio, que debiera ser revisado por cuanto que a la democracia "no se le pone apellido".

Y es que, ha proseguido, "todos podemos entender los enfados, frustraciones, ahora bien una cosa es eso y otra cosa es decir democracia real", porque, ha matizado, "estamos en una democracia, en el menos malo de los sistemas y el más perfecto conocido".

Respecto a la denominación adoptada de 'Democracia asamblearia', Valcárcel ha dicho que es precisamente aquella democracia sin apellidos la que resulta y la que puede ser "objeto de perfección, ya que hay que definir donde trazamos la línea".

Es entendible y revisable, según el presidente electo, que una democracia sin apellidos "debe pasar por una regeneración de la vida pública, que pudiera ser incluso más participativa entendiendo que tras unas elecciones deben de abrir más a la participación a toda la sociedad" para llegar a fortalecer "esa democracia sin apellidos, ya que cuando se le ponen apellidos, hay que empezar a preocuparse".