M.Recuperado un ejemplar de tortuga boba tras sufrir un traumatismo en el caparazón por hélice de barco

La Consejería de Medio Ambiente, a través de los técnicos del Centro de Gestión del Medio Ambiente Andaluz (Cegma) del Estrecho (Cádiz), ha recuperado un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta) tras sufrir un traumatismo en el caparazón por hélice de embarcación y síntomas de inanición.
Ejemplar De Tortuga Boba Herida
Ejemplar De Tortuga Boba Herida
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Ejemplar De Tortuga Boba Herida

La Consejería de Medio Ambiente, a través de los técnicos del Centro de Gestión del Medio Ambiente Andaluz (Cegma) del Estrecho (Cádiz), ha recuperado un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta) tras sufrir un traumatismo en el caparazón por hélice de embarcación y síntomas de inanición.

El ejemplar, según ha informado el departamento de José Juan Díaz Trillo, fue hallada el 10 de julio del año pasado por el Servicio de Recogida de Animales de la Ciudad Autónoma de Ceuta, que al carecer de instalaciones adecuadas para la recuperación de este tipo de animales marinos, solicitó a la Junta de Andalucía que se hiciera cargo del ejemplar.

Dos días más tardes, este ejemplar, una enorme tortuga boba con un caparazón de 70 centímetros por 70 centímetros y 46,6 kilogramos, fue trasladado al Cegma del Estrecho, presentando un traumatismo en el caparazón por hélice y síntomas de inanición.

En este sentido, precisa que el traumatismo por hélice era de 17 centímetros a nivel de las placas caudales del caparazón lo que supuso pérdida de tejido óseo y muscular. No obstante, según las primeras pruebas a las se descartaba afectación de la columna vertebral.

Un mes después del ingreso en el Cegma comenzó a comer, se mantuvieron las curas completas y la antibioterapia se cortó en noviembre, cuando las lesiona ya no suponían un riesgo de infección. Actualmente el animal sigue en el Centro del Estrecho, con un pronóstico favorable. El proceso de cicatrización se resuelve positivamente, respondiendo a las curas habituales, durante las cuales se resana y desinfecta la herida.

Según ha informado la Consejería de Medio Ambiente de la Administración andaluza, en virtud de su evolución se espera que a lo largo de este verano el ejemplar de tortuga boba pueda ser liberado a su medio natural.

Por otro lado, hay que recordar que el Equipo de emergencias frente a varamientos y capturas accidentales de mamíferos y tortugas marinas de la Consejería recogió 137 tortugas bobas en el año 2010, 27 de las cuales estaban vivas, un récord en la atención a varamientos de esta especie, dado que durante todo 2010 fueron recogidos vivos solamente ocho ejemplares.

Medio Ambiente puso en marcha el Servicio de emergencias frente a varamientos a finales de 2007, y una parte importante de su trabajo depende de los avisos que da la ciudadanía en general y los pescadores en particular, a través del teléfono de emergencias 112. En este sentido, se está trabajando para establecer una importante colaboración con las cofradías de pescadores (palangre en superficie) para poder recoger el máximo número de tortugas marinas recuperables. 11%

Por choques con embarcaciones

Por otro lado, la Consejería apunta que el once por ciento del total de tortugas ingresadas a lo largo de 2010 sufrieron interacciones con embarcaciones, y de éstas el 75 por ciento murió, el resto (25 por ciento) continúa ingresado, como el caso expuesto anteriormente.

Al ser animales que descansan habitualmente en la superficie, para aprovechar las radiaciones solares, la probabilidad de que se den este tipo de interacciones son relativamente frecuentes. Los casos de interacción con embarcación suelen afectar a diferentes áreas del caparazón y plastrón, y en el peor de los casos pueden dañar la columna vertebral pudiendo provocar parálisis de algunos de los miembros y desórdenes a nivel de los órganos internos, todo ello dificulta la supervivencia de la tortuga y su recuperación.

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