La artista Bárbara Fluxá (Madrid, 1974) inaugura este viernes en el espacio MeBas del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander (MAS) una exposición en la que, a través de fotografías, dibujos y vídeos, explora en la capacidad del ser humano de transformar el territorio y crear nuevos paisajes.

Bajo el título 'Nada es lo que parece', Fluxá aborda también en este proyecto en lo que es o no real, y lo hace por medio imágenes del embalse de La Almendra, en Zamora, que a los ojos del espectador "parece un mar", y además el Cantábrico, ha señalado la artista en una rueda de prensa en la que ha dado a conocer este trabajo, que es "casi inédito".

Con Fluxá han comparecido el director del MAS y comisario de la exposición junto con Belén Poole, Salvador Carretero, y la concejala de Turismo y Protocolo, Gema Igual.

La muestra es fruto de dos años de investigación y trabajo, y el resultado es "muy coherente" y "muy compacto", según Carretero, para quien, además, tiene mucho que ver con los cántabros, al estar vinculado a cuestiones de identidad, espacio o tiempo.

En las fotografías, vídeos y dibujos, Bárbara Fluxá recoge la historia de Argusino, un pueblo que en el año 1967 quedó bajo las aguas del Tormes y la presa de La Almendra.

El comisario de la exposición ha destacado el "concepto de investigación" que caracteriza la obra de la artista madrileña, que ha realizado un "poderoso" trabajo de campo, rescatando una historia que es común a otros muchas zonas de España, como es el caso del pantano del Ebro en Reinosa.

En la muestra, que cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, se expone el trabajo "al completo", que Fluxá ya había mostrado en parte en Asturias, por lo que es "casi inédito".

Mar de castilla

La creadora ha explicado que su objetivo ha sido "intentar rescatar" este pueblo sumergido por el embalse, conocido como 'el mar de Castilla', y que es "un caso más" de los cientos que existen en nuestro país.

En realidad, no le interesaba el "caso específico" de este pueblo, ha precisado, sino que lo ha tomado como "excusa" para hablar sobre la "capacidad de transformación del territorio del ser humano", y de "cómo el hombre es capaz de hacer de la naturaleza un objeto cultural más".

Junto a ello ha manejado conceptos como la recuperación de la memoria o el paso del tiempo, ha explicado Bárbara Fluxá, que para conseguir plasmar todo eso ha utilizado técnicas de ingeniería e instrumentos de detección acústica como las ecosondas, para medir la distancia existente entre la superficie del agua y objetos suspendidos en el agua o que reposan en el fondo.

En estos dos años también ha realizado un trabajo de archivo y ha manejado mucha documentación sobre las obras del embalse y la presa, que duraron unos 15 años.

"Todo mi trabajo es muy procesual", ha explicado la artista, y "parece no tener fin"; tal es así que va a continuar a partir de ahora centrando su interés en esa capacidad del ser humano de crear nuevos paisajes.

La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 3 de julio, y servirá, según ha señalado la concejala Gema Igual, como un "atractivo turístico más" que ofrecer a los santanderinos y visitantes este verano.