El presidente en funciones de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, ha augurado este jueves de que la "animadversión personal" que su futuro sucesor, el 'popular' Ignacio diego, siente hacia él, no va a "parar".

Revilla se ha referido así a las manifestaciones del presidente electo de Cantabria, Ignacio Diego, quien adelantó que pediría responsabilidades a su antecesor si detectaba malversación de caudales en la gestión de la empresa GFB, participada por el Gobierno regional y en concurso de acreedores.

En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, Revilla considera que estas "palabras gruesas" demuestran una "animadversión personal".

Durante la campaña electoral, el presidente había reiterado esta tesis en varias ocasiones, remitiéndose al incidente en que el presidente del PP cogió y pisoteó un puro que él había dejado en una repisa del Parlamento, lo que llevó al regionalista a poner al candidato 'popular' el apelativo de "pisapuros".

"No van a parar conmigo", sostiene Revilla, quien ha advertido que él no se "jubilará" de la vida política, y que va a dar "mucha guerra por Cantabria". "Eliminarme del mapa de Cantabria es imposible", subraya, porque es casi un "vestal de esta tierra".

Así, a partir de este momento aparecerá más en medios e impartirá más conferencias, al disponer de más tiempo, y, desde la oposición en el Parlamento, defenderá los intereses de Cantabria, sin votar nunca "en contra" de algo que perjudique a la comunidad autónoma.

Todo ello mientras se plantea presentar al PRC a las elecciones generales, como aprobó el partido en su último congreso y ha apuntado durante sus últimas declaraciones desde el pasado domingo.

A una oyente que le ha pedido que así lo haga le ha respondido que "hay que estar siempre atento a lo que dice el pueblo", aunque no ha querido decir "nada de momento". "No he terminado mi periplo político", ha señalado. REVILLA,

Ex presidente

Por otra parte, Revilla ha confesado que considera un "honor" ser ex presidente de Cantabria, después de que el PP haya ganado por mayoría absoluta las elecciones autonómicas, con lo que se impedía que reeditara el pacto con el PSOE.

Revilla, que ahora siente una "paz interior", una "tranquilidad de espíritu", está "muy relajado", hasta el punto de que ha recuperado la costumbre de llevar a su hija al colegio, por ejemplo.

El presidente en funciones valora de estos años que "ha situado a Cantabria en el mapa", con lo que considera que "ha hecho los deberes" al haber hecho "lo que ha podido".