La Consejería de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Cambio Climático y Medio Ambiente, ha celebrado este jueves en colaboración con la Universidad de Sevilla la jornada técnica 'Protección del cielo nocturno frente a la contaminación lumínica', un foro en el que se ha debatido sobre los efectos de este tipo de contaminación en la salud humana, la biodiversidad y las observaciones astronómicas.

Esta forma de contaminación, ligada al modelo de desarrollo y al modo de vida eminentemente urbano, ha aumentado notablemente en los últimos años de la mano también del importante crecimiento experimentado por la población andaluza y la extensión de sus pueblos y ciudades, según ha informado la Consejería en una nota.

Este crecimiento ha llevado asociado un incremento de las instalaciones de alumbrado exterior para la iluminación nocturna de estas nuevas áreas urbanas, dada la necesidad de ofrecer un umbral de seguridad, bienestar y desarrollo a su población. El delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Javier Fernández, ha sido el encargado de la inauguración de estas jornadas y ha destacado "la posición de vanguardia de Andalucía en la regulación de la contaminación lumínica", un incipiente problema ambiental "que tiene claras repercusiones en la calidad del cielo, pero también en la biodiversidad y en el bienestar de la sociedad andaluza".

La creciente sensibilización sobre este problema ha llevado a la Consejería de Medio Ambiente a publicar el 3 de agosto de 2010 el Reglamento de Protección de la Calidad del Cielo Nocturno frente a la Contaminación Lumínica y el Establecimiento de Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética, que desarrolla la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental en materia de contaminación lumínica, además de contemplar la Ley de Calidad del Aire, así como el Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de eficiencia energética.

Este reglamento tiene como objetivo garantizar los niveles de iluminación adecuados en pueblos y ciudades y sentar las bases para preservar los hábitats naturales más sensibles a este tipo de impacto ambiental. Además, propone evitar las intrusiones del alumbrado exterior en el ámbito privado, garantizar el buen funcionamiento de los observatorios astronómicos y mejorar la eficiencia energética, con el consiguiente ahorro económico.

Para ello, hay que reducir la iluminación inadecuada a través del correcto diseño de las instalaciones y luminarias y la limitación de los parámetros luminotécnicos, según las necesidades de cada situación y tipo de territorio. Se trata de poner el acento en la prevención y en la corrección para minimizar al máximo los efectos adversos de la dispersión de la luz.

La aplicación de la nueva norma contribuirá también a otro objetivo estratégico como es la lucha contra el cambio climático a través del fomento del ahorro y la eficiencia energética. Para apoyar la implantación de este decreto, la Consejería de Medio Ambiente desarrolla una serie de actuaciones como la colaboración con observatorios internacionales para determinar su zona de influencia; la asistencia a los ayuntamientos mediante la formación de sus técnicos y el apoyo para realizar la zonificación de su término municipal; la formación y concienciación en el ámbito universitario; la elaboración de una unidad didáctica para la comunidad educativa o la II Edición del concurso Cortos 'SOStenibles', que tiene como temática la contaminación lumínica dirigido a alumnos de Bachillerato.