Las empresas de comedores escolares dependientes del Gobierno vasco y los sindicatos LAB, ELA y UGT han alcanzado un acuerdo con vigencia desde el pasado curso 2008/09 y hasta el curso escolar 2013/14, por lo que se ha desconvocado la huelga que mantenían las empleadas desde hace 35 días, que se reincorporarán a sus puestos este viernes.

En una rueda de prensa, los sindicatos LAB, ELA y UGT han expresado su satisfacción por el acuerdo que conlleva que en el curso 2013/14 las trabajadores obtendrán el 97,5 por ciento del salario que gana el personal directamente contratado por el Gobierno vasco y que realiza las mismas labores.

Según han explicado, el acuerdo recoge 18 horas de mejora de servicio y seis horas de formación para todo el colectivo e incrementando la jornada, el cambio de la fórmula que ajusta la jornada anual (1.592 horas) a las jornadas parciales, mediante la supresión del denominado periodo de alargue y con unas tablas universales con una regularización, a fin de curso que permitirán a las trabajadoras tener un conocimiento de sus sueldo mensual.

La vigencia del convenios es de seis cursos. De esta forma, en el 2008/09 el incremento salarial es del 3,7 por ciento, del 1,97 por ciento en el 2009/10. En el curso 2010/11 obtendrán el 95 por ciento de la equiparación, al curso siguiente el 95,83 por ciento, el 96,66 por ciento en la 2012/13 y el 97,5 por ciento en el 2013/14. Además, se ajustará a 12 horas por curso el tiempo para asistir a consulta médica.

Según los tres sindicatos, estos contenidos, que se han alcanzado en el seno del Preco, aunque el acuerdo ha sido exclusivamente entre empresas y trabajadores, suponen la mejora del servicio y el reconocimiento de la labor educativa que realiza este colectivo, "sin dividirlo más", que el absentismo "no puede ser el mecanismo de cálculo de un sueldo y un salto importante de cara a la equiparación y acabar con al discriminación".

Por último, han destacado la importancia de la lucha que han llevado a cabo, a pesar de los "intentos de desmovilización por parte de empresas, Gobierno vasco y algunas familias, intentando desprestigiar" su lucha.