No obstante, cuando existe equilibrio, la contradicción es una de las múltiples opciones que ofrece la arquitectura moderna. La antigua estación de Murcia, a pesar de la belleza de su construcción de piedra nívea, se encuentra en un estado de total abandono. Detrás, la fachada de uno de los últimos hoteles abiertos en la ciudad y las de las nuevas edificaciones refleja, por el contrario, un metódico afán por la armonía y la pulcritud.
Las vallas metálicas que rodean la estación empeoran aún más el deterioro del que un día fue el enlace ferroviario más importante de la ciudad.
El futuro es, de momento, incierto para la estación. Se prevé convertirlo en una terminal de autobuses provisional.
Y algunos instan al Ayuntamiento a que la restaure y la convierta en un gran centro cultural referente del turismo de fin de semana. ¿Tú qué opinas?
Próxima entrega...
edificIo gran sol
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