Arapaz-MPDL Aragón ha hecho un llamamiento a la sociedad aragonesa porque precisa familias interesadas en acoger niños saharauis este verano durante la campaña 'Vacaciones en Paz' que desarrollan anualmente.

"Necesitamos una media docena de familias interesadas" ha precisado uno de los responsables de la ONG, Oriol Gavín, para detallar "aunque la provincia de Zaragoza sería inicialmente el lugar preferente de residencia por motivos de organización territorial no se discriminarían familias de otros puntos de Aragón".

En declaraciones a Europa Press, Oriol Gavín ha recordado que no hay un perfil específico del tipo de familias acogedoras. "Lo que es imprescindible es que tengan ganas de participar en este proyecto y que haya niños en su entorno para que los saharauis puedan relacionarse con otros menores de su edad".

Esta media docena de familias las precisan antes del 21 de junio, fecha de llegada de los niños saharauis del programa 'Vacaciones en Paz'. En esta edición, se espera la llegada de 35 niños de los que 30 ya han participado en programas anteriores.

Las familias de acogida que quieran participar en el proyecto pueden ponerse en contacto en el teléfono 976 574 330 y también en el correo electrónico 'sensibilizacion@mpdl-aragon.org'.

Arapaz-MPDL Aragón cuenta con 32 familias acogedoras y "el perfil varía mucho porque hay parejas jóvenes con hijos, parejas sin hijos pero con sobrinos en el entorno o parejas con nietos que también acogen a niños saharauis", ha explicado Oriol Gavín, para añadir que este verano 28 ya han confirmado su acogida a niños saharauis, mientras que las cuatro familias no podrán por diversos motivos familiares.

Por la larga experiencia de esta ONG en este tipo de proyectos han comprobado que entre el 90 y el 95 por ciento de las familias que participan por primera vez repiten porque "se enganchan al proyecto y les produce gran satisfacción el beneficio que supone para los niños saharauis".

Dos meses

El programa consiste básicamente en el acogimiento de un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los 8 y 12 años, durante dos meses que oscilan desde finales de junio a finales de agosto, fechas que hacen muy difícil la vida en los campos de refugiados donde el caluroso verano supera fácilmente los 50 grados.

De esta manera, además de estar en un clima más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos, ya que su nutrición se basa en productos básicos que llegan a los campamentos gracias a la ayuda humanitaria.

En España también son sometidos a revisiones médicas, odontológicas y oftalmológicas para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que puedan tener "dolencias que aquí son fáciles de tratar y allí, sin embargo, resultan complicadas, por falta de materiales y recursos".