La Audiencia Nacional juzgará desde este lunes hasta el próximo jueves a dos presuntos miembros de una célula yihadista desarticulada en Burgos en diciembre de 2002 después de que el tribunal dictara el pasado 7 de marzo orden de busca y captura para Abdelkader Ayachine al no presentarse a la vista oral que iba a celebrarse ante este tribunal.

El fiscal Daniel Campos solicita una pena de 10 años de cárcel para Ayachine, presunto líder del grupo, por un delito de integración en organización terrorista mientras que el otro acusado, Wissan Lofti, se enfrenta a 8 años de cárcel por el mismo delito. Los dos están acusados de pertenecer a una célula salafista-yihadista que se dedicaba a favorecer la guerra santa en Irak y Afganistán a través de la captación de futuros 'muyaidines'.

El día señalado para el juicio los magistrados aguardaron durante casi dos horas la llegada de Abdelkader Ayachine, aunque éste no se presentó. El acusado, de nacionalidad argelina, compareció la semana anterior a la vista a un juicio por corrupción de menores celebrado en la Audiencia Provincial de Burgos, que le impuso dos años y medio de cárcel tras acreditar que guardaba en su disco duro 24 imágenes de contenido pedófilo. El hombre, además, tiene antecedentes por homicidio, maltrato en el ámbito doméstico y corrupción de menores.

Por su parte, la defensa de Lofti hizo hincapié en la importancia de que el juicio se reanude con la mayor prontitud posible debido al perjuicio psicológico y a las consecuencias que el procesamiento tiene en la situación legal de su representado. "Cuando uno está convencido de su inocencia, claro que perjudica el aplazamiento", indicó su letrado a Europa Press, para añadir que el permiso de residencia de Lofti caduca en julio y que éste no mantiene contacto con el otro acusado.

De hecho, Lofti se quejó ante el presidente del tribunal, Fernando García Nicolás, por el aplazamiento del juicio, que ya se pospuso en noviembre pasado. "¿De qué voy a vivir durante este tiempo?", le preguntó. "Con lo mismo que ha estado viviendo hasta ahora", señaló el juez.

Carnicería regentada por un terrorista de casablanca

Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones preliminares, la célula comenzó a operar en el año 2000 bajo la cobertura de una carnicería musulmana que regentaba uno de los autores de los atentados de Casablanca cometidos en mayo de 2002, Bouchaib Magher.

Tras la detención de éste último, Ayachine se hizo cargo del comercio y asumió el papel de líder de la célula junto a su lugarteniente, Lofti, indica el fiscal Daniel Campos. El grupo radical mantenía contactos con otras células yihadistas europeas, principalmente en Suecia y Dinamarca.

En poder de ambos acusados se incautaron vídeos destinados a la difusión del mensaje yihadista. Los dos utilizaban también internet "para su labor de proselitismo" e intervenían con frecuencia en foros y chats en los que compartían comentarios y opiniones sobre la yihad o intercambiaban información sobre la fabricación de explosivos, dice el fiscal.

El escrito del Ministerio Público asegura que la labor de la célula condujo a la captación de al menos una persona y añade que tanto Ayachine y Lofti recaudaban fondos que enviaban posteriormente a Magher.

Contra Ayachine pesan otras tres sentencias. En 1994 fue condenado por homicidio y en 2007 por maltrato en el ámbito doméstico. Además, un juzgado de Burgos le condenó en 2009 por corrupción de menores debido a que, tras su detención por orden de la Audiencia Nacional, se localizaron en el disco duro de su ordenador decenas de búsquedas, descargas de imágenes y vídeos, y participaciones en foros de contenido pornográfico, pero el Tribunal Supremo anuló la vista oral y ordenó repetirla de nuevo.