Las dos caras de Sean Penn en el festival de Cannes

  • El actor ha estado en el festival con 'The tree of life' y 'This must be the place'.
  • "El rock & roll representa los valores que se han perdido en nuestra sociedad.
Sorrentino y Sean Penn atienden a la prensa.
Sorrentino y Sean Penn atienden a  la prensa.
REUTERS/ERIC GAILLARD
Sorrentino y Sean Penn atienden a la prensa.

Si venir a Cannes es uno de los mejores escaparates para actores y directores, hacerlo por partida doble aumenta aún más la importancia de la cita. El año pasado fue Josh Brolin, que gracias a Wall Street 2 y Conocerás al hombre de tus sueños llenó hojas y hojas de rotativos con tanto paseo por la alfombra roja. Este año la jugada la ha repetido Sean Penn. Dos veces ganador del Oscar, el intérprete ha llegado a Cannes con dos papeles totalmente opuestos: una estrella de rock decadente en This must be the place y el hijo de un autoritario Brad Pitt en The tree of life.

Desgraciadamente, Penn no llegó a tiempo para la primera parte de la promoción de la cinta de Terry Malick por problemas con el transporte hasta la riviera francesa y no estuvo presente en la rueda de prensa en la que sí compareció Brad Pitt. Por eso, la del viernes fue su primera aparición ante los medios en lo que llevamos de festival, aunque si que había concedido entrevistas a contadas cabeceras en los días anteriores.

En This must be the place, Penn se pone a las órdenes de Paolo Sorrentino, el director italiano que hace tres años fue una de las estrellas de Cannes con Il Divo. Una edición que, y no es casualidad, tuvo a un jurado presidido por el propio Penn. Fue precisamente en 2008 cuando el actor y el realizador se conocieron, y de ahí surgió la relación que ha dado como fruto la cinta en cuestión. "Estábamos hablando en una foto de grupo, o algún acto por el estilo, y le dije que contara conmigo para lo que quisiera. Se puso a escribir y lo siguiente que supe de él, un año más tarde, es que tenía un guión para mí", explicó Penn ante los periodistas congregados.

La decadente estrella del rock que Penn interpreta tiene un look casi identico al cantante de The Cure, Robert Smith. Pero parecidos razonables aparte, Chayenne, que así es como se llama el personaje, representa los valores del rock para el artista: "El rock & roll es lo contrario a lo que se ha convertido nuestra sociedad. La cinta habla de objetivos personales, de esperanza, del alma, de los compromisos... y de alguna manera de romper con una depresión. El rock & roll siempre ha tratado esos temas".

Habitual de Cannes

Además de Penn, Sorrentino ha contado para su cinta con otras celebridades como la hija de Bono, el cantante de U2, o David Byrne, cantante de los Talking heads, banda que precisamente compuso la canción que inspiró el título del largometraje. El italiano suma, con ésta, su quinta película. Desde su segundo trabajo, Las consecuencias del amor, no ha faltado a la cita de Cannes, en la que ya ha estado presente en cuatro ocasiones. El mismo Penn alabó la trayectoria de Sorrentino, del que no le extraña que sea un habitual de la alfombra roja: "No es casualidad que las cintas de Paolo participen en un certamen en el que el nivel es tan alto. Fue aquí donde conocí de primera mano la magia que tiene entre las manos".

Pero no solo con Sorrentino ha trabajado Penn para estar este año en la costa azul. En The tree of life, de Terrence Malick, el intérprete también se pone en la piel del hijo mayor de un autoritario Brad Pitt. Un papel bastante secundario que Malick tuvo que cortar en la mesa de edición pero que podría servirle el actor para poder contarse entre el equipo ganador de uno de los premios gordos de este año, si las apuestas que sitúan a Malick entre los favoritos se cumplen. Si no, siempre le quedará el rock & roll.

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