Centenares de ciudadanos 'indignados', unas 500 personas según la Guardia Urbana, han pasado una cuarta noche al raso en la plaza Catalunya de Barcelona para exigir un nuevo modelo político y económico.

Los concentrados tienen la intención de permanecer en el lugar hasta el domingo, día de las elecciones municipales, pese a la resolución de la Junta Electoral Central, que ha determinado que las reuniones y concentraciones no se podrán celebrar el sábado y el domingo porque son contrarias a la legislación electoral.

Ante la posibilidad de un desalojo, los concentrados abogan por una resistencia pacífica y, entre las propuestas, figura llevar flores para cuando se produzca una eventual carga, como en la Revolución de los Claveles en Portugal.

Miles de personas abarrotaron este jueves la plaza Catalunya en la segunda cacerolada de protesta convocada por el movimiento Acampadabcn, una cifra que llegó a los 7.000 según los concentrados. Las concentraciones para exigir un cambio en el modelo político y económico han tenido lugar en un gran número de ciudades españolas y también ante embajadas españolas en el extranjero.