El juez concede a Dominique Strauss-Kahn la libertad bajo fianza de un millón de dólares

  • Estará bajo arresto domiciliario hasta que se celebre el juicio por siete cargos de abuso sexual e intento de violación de una mujer de 32 años.
  • Llevará una pulsera electrónica que controle sus movimientos, además de estar sometido a vigilancia a las 24 horas del día por al menos un guardia armado.
  • Saldrá de prisión a lo largo de este viernes.
Dominique Strauss-Kahn abandona la comisaría de Policía de Harlem, en Nueva York.
Dominique Strauss-Kahn abandona la comisaría de Policía de Harlem, en Nueva York.
Allison Joyce / REUTERS
Dominique Strauss-Kahn abandona la comisaría de Policía de Harlem, en Nueva York.

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn obtuvo este jueves la libertad bajo fianza de un millón de dólares y el arresto domiciliario hasta que se celebre el juicio por siete cargos de abuso sexual e intento de violación de una mujer de 32 años. "Es un gran alivio para la familia. Estamos muy contentos. Ahora podemos concentrarnos en las siguientes fases del caso", dijo uno de sus abogados, William Taylor, al término de la vista.

Strauss-Kahn, que el lunes por la noche ingresó en la cárcel neoyorquina de Rikers Island, llevará una pulsera electrónica que controle sus movimientos, además de estar sometido a vigilancia a las 24 horas del día por al menos un guardia armado a su propio coste, decidió el juez Michael Obus, pese a la oposición de la Fiscalía.

Asimismo el juez determinó que este viernes tendrán que comparecer ante el tribunal los abogados del inculpado para revisar si se han cumplido todas las exigencias para su puesta en libertad, que será efectiva a partir de ese momento, además de fijar una nueva vista del caso para el 6 de junio. Taylor señaló que "el procedimiento de la acusación formal no tendrá efecto hasta el 6 de junio. Estamos ahora mucho mejor que cuando todo empezó", al tiempo que informó de que su cliente "volverá a Rikers este viernes quedará en libertad".

Además de abonar en efectivo ese millón de dólares, el político y economista socialista francés tendrá que depositar ante los tribunales estadounidenses un bono garantizado por una compañia aseguradora por valor de 5 millones de dólares sobre una propiedad suya o de su esposa, la periodista francoestadounidense Anne Sinclair.

DSK, las siglas por las que es conocido el ex director gerente del FMI, tiene también que entregar todos sus documentos de viaje, pues como el fiscal adjunto de Manhattan, John McConnell, señaló se ha considerado la posibilidad de que pueda salir del país y quedar fuera del alcance de la justicia estadounidense.

"La ley de Francia no extradita a sus ciudadanos, y este hombre tiene la posición y los medios para viajar y vivir una vida de paz o confort en lugares del mundo que quedan muy lejos de esta jurisdicción", dijo el fiscal McConnell.

"Preocupaciones"

El juez señaló que coincidía "con todas las preocupaciones expuestas por la Fiscalía. Aquí no estamos para conseguir el dinero de la fianza, sino para asegurar que usted responde. Hay un serio riesgo de que trate de evitar los cargos si pudiera salir del país. Para asegurarnos de que el acusado permanece  aquí, le doy la fianza bajo estas condiciones". Taylor replicó que  su cliente "no querría huir del país y quedar ante los ojos de todos como un agresor sexual, porque no lo es".

Con anterioridad la Fiscalía de Nueva York señaló al tribunal que las pruebas en su posesión son "suficientemente sólidas" como para proceder a la acusación formal de Straus-Kahn, quien en opinión de los expertos ha matado lo que parecía un prometedor futuro político en su país, donde era el candidato mejor colocado de su partido de cara a las presidenciales de 2012.

"Bonito culo"

"¡Bonito culo!. Estas palabras, dirigidas a una azafata del avión en el que tenía previsto viajar a París, fueron las últimas de Strauss-Kahn antes de su detención, según publica este jueves el diario galo Le Point.  "Quel beau c..l!", transcribe ese medio, que destaca que ese 'piropo', lanzado en voz alta y delante de otros miembros del personal de vuelo, fue al parecer "la última frase" pronunciada por el dirigente antes de que dos policías entraran en el avión para detenerle. Los dos agentes, según el relato de la detención, le "invitaron" a abandonar su asiento en la clase 'business' al parecer con la intención de decirle "algo confidencial", por lo que Strauss-Kahn les siguió sin reticencia aparente.

Strauss-Kahn había avisado a la tripulación de que necesitaba recuperar su teléfono móvil, olvidado en la habitación del hotel en el que se alojaba en Nueva York, y el comandante le había advertido de que si el teléfono no llegaba en los siguientes minutos no iba a poder retener más tiempo el avión.

Esa fue la razón por la que supuestamente a nadie le extrañó la llegada de la pareja de policías preguntando por el entonces director gerente del FMI. Un incidente podría sin embargo haberles hecho pensar que sucedía algo extraño: minutos antes de que DSK, tal y como se le conoce en Francia, fuera sacado del avión, se cortó la cobertura de todos los teléfonos móviles, lo que según la hipótesis de Le Point se provocó para evitar que alguien le avisara de su inminente detención.

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