Diciembre 2005. Quedo con El Tono por la zona de Ópera, en Madrid, para entrevistarlo. Subimos a su estudio, se cambia y se pone un chubasquero manchado de pintura. «El fotógrafo Jota Domínguez está a punto de llegar, hemos quedado a las nueve».
Salimos, y, al rato, el fotógrafo llega en coche, no puede aparcar y nos montamos con la intención de dirigirnos a donde ha localizado la puerta sobre la que intervendrá esa noche.
¿Qué música te gusta?
Cualquiera que sea buena y creativa. Del electro al hip-hop, reggae, dance hall, early reggae y el retranqueo. ¡Me gusta La Terremoto de Alcorcón!, la nueva bomba underground, una parodia de la música popular... Muy buena.
¿Escuchas música trabajando?
Dando una vuelta mientras buscaba maderas en los contenedores. Tengo el estudio aquí cerca y tropecé con esta puerta.
Por fin encontramos un hueco donde aparcar y seguimos hablando. Saca sus cosas del macuto y comienza de una forma natural a tirar líneas con la cinta de carrocero sobre la puerta de madera de un caserón abandonado, en el Madrid de los Austrias.
Primero debo encontrar un sitio. Es lo más importante del trabajo, porque si no tengo uno que me apetezca, no trabajo. Una vez que lo tengo visto, lo voy preparando con la cinta. Es como una plantilla que se usa una sola vez.
Llevo cuatro botes en la bolsa, depende de si uso varios colores,
Pasa un coche, el conductor nos mira. El trípode, el flash y nuestro aspecto llaman su atención. Me fumo un cigarrillo observando cómo la calle sigue tranquila en ambos sentidos.
Empecé escribiendo mi nombre en la calle. Me harté de hacer graffiti tradicional y pensé que sería mejor hacer algo diferente.
La calle es un soporte sin límites... abierto a todo. Un cuadro tiene fronteras, pero la calle, no. Además, es una forma de hacer el trabajo más asequible, más democrático.
¿Vale cualquier superficie?
No, no vale cualquiera. Prefiero las puertas abandonadas, porque algo abandonado dura más tiempo y por toda la vida que tiene ese sitio (algo más poético que queda reflejado en su textura). Me gusta trabajar con eso. Los lugares abandonados, también, por no molestar.
Además, una pared blanca echa para atrás. Trabajando en una galería es otra cosa, todo es blanco. La calle me atrae, es algo sucio y con vida.
¿Y en las galerías?
Intentamos que en las galerías haya una conexión, un referente de lo hecho en la calle. Nuestro objetivo es no desnaturalizar los trabajos callejeros, ser coherentes. Hace poco expuse en la galería Annta y en Vacío 9 (ambas en Madrid). Nuria y yo hemos pintado juntos en muchos sitios: Portugal, Francia, Nueva York, Alemania, Italia, Corea del sur, Inglaterra, Brasil...
Me gusta. Con lo facilito que es hacer una plantilla... Por lo menos él lo hace con muchísimo sentido: el sitio donde lo hace y la imagen que representa. Se lo monta muy bien, muy bien...
(Aparece una patrulla de Policía en coche. Pasa de largo. No han notado nada anormal).
Ya, ya los he visto... Como te decía, antes se veían graffitis, firmas y tal, pero éste fue el primero en hacer algo muy diferente.
Mientras tanto, El Tono está terminando con el cúter y la cinta de carrocero sobre la puerta de madera. La calle está tranquila.
En Francia no había nada con ese estilo tan peculiar, allí todo era mucho más americano. Ahora, en Francia trabaja Bleck le Rat. Y aquí estáis vosotros, El Cártel, también están Nano 4814 y otros. Estoy encantado pintando en este sitio. Es superbonito y esta pintada de Casa ocupada, casa encantada... es tan bonito. De día los colores se verán muy bien.
Somos interrumpidos por una pareja de ancianos ebrios y una mujer. Parecen vagabundos y se empeñan en besarnos y tocarle el equipo al fotógrafo. No los besamos y llaman a la Policía. Nos piden -ellos, unos pícaros- un ¡permiso para hacer fotos en la calle! Decidimos alejarnos un rato. La cinta está terminada y sólo queda la pintura.
Tomamos unas cañas y volvemos una hora más tarde con la esperanza de que nadie haya tocado nada. Todo está en orden, la cinta sobre la puerta está intacta y El Tono pinta tranquilo, cambia tres veces de color. Primero el blanco, luego el azul y un naranja que, de noche y bajo la luz del flash, recuerda al color de la tapa de los cubos de basura.
Retira con cuidado la cinta. El trabajo ha terminado y la puerta ya no es la misma... La calle expone a El Tono.
¿Cuál es el sentido de la vida?
Ser feliz... (risas). En el sentido absoluto es algo imposible. Consiste en conseguir vivir haciendo lo que a uno le gusta.
Algunas fotos más, recogemos, nos fumamos un cigarro y nos despedimos hasta otra noche, otra ocasión. ¡Salud!
- Todo Calle 20
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