Los dos creadores han presentado en rueda de prensa esta muestra, que se podrá contemplar hasta mediados del próximo mes de septiembre en la Sala Ferreres del Centre del Carme, el mismo espacio donde hace tres décadas nació la iniciativa.

La selección, comisariada por el asesor científico del Consorcio de Museos de la Comunitat, Felipe Garín, está integrada por las piezas pictóricas que Alemany y Peris produjeron durante aquella etapa —y que han sido restauradas a lo largo de un año por los técnicos Ivacor—, fotografías de las intervenciones al aire libre y un audiovisual de la Unidad de Producción Audiovisual de la Conselleria de Cultura que explica al espectador actual qué fue aquella innovadora apuesta creativa.

El entonces decano de la Facultad de Bellas Artes, José Esteve Edo, accedió a dar las llaves del antiguo centro a los jóvenes Alemany (1941) y Peris (1943) para que pudieran llevar a la práctica su "necesidad de libertad artística", según han explicado a los medios ambos pintores. "Le perdimos el miedo y el respeto a la pintura", afirma Uiso Alemany, mientras que Vicente Peris destaca que su trabajo no tenía nada que ver con influencias foráneas como el informalismo americano, a pesar de que ambos habían viajado por Estados Unidos y Europa. "Era tan adelantado que no se entendió", ha remarcado.

Tal vez por ello, los dos artistas valencianos —que aunque han conservado su amistad no han vuelto a trabajar conjuntamente— se han mostrado emocionados y sorprendidos al ver unas telas que nunca antes se habían mostrado juntas, ya que en estos treinta años han estado guardadas en estudios y plantas bajas. La sensación, han comentado, ha sido muy agradable, puesto que han comprobado que mantienen su vigencia. "El arte no envejece ni tampoco el artista, que muere haciendo lo que cree que tiene que hacer", ha reflexionado Alemany.

Las "pinturas en el espacio" que se exhiben en el Carme son 26 piezas de gran formato fruto de una absoluta libertad y que fueron realizadas, incluso, con un método "inventado" de bastidores en el que alumnos de Bellas Artes ayudaban a Peris y Alemany pinzando telas para que éstos pudieran pintarlas de forma sucesiva.

A la experiencia en las aulas del Carmen, siguieron otras en diversos puntos de Valencia, como las Atarazanas, el Matadero, que transformaron en una especie de "templo de muerte" para ofrecer una "catarsis", y El Saler, donde jóvenes que asistían a un curso de arte efímero se desnudaban y pintaban sus cuerpos para introducirse en el mar. Todo ello queda registrado en las fotografías y el vídeo que acompañan a la exposición.

Homenaje a una época

Por su parte, Felipe Garín ha subrayado que la muestra quiere ser "un homenaje a la Escuela de San Carlos, a los artistas y también a la época, los años 80". El comisario ha manifestado que se estudio que estas obras, una vez recuperadas, puedan itinerar próximamente para ser admiradas en otros lugares.

Garín ha hecho notar también que con esta exhibición, la Conselleria de Cultura completa la programación diseñada específicamente para la reapertura del Centre del Carme, "que se encuentra ya a pleno rendimiento". Con sus ocho salas recién rehabilitadas el centro alberga seis exposiciones.

Con motivo de 'Un tiempo. Un espacio', se ha editado un catálogo que recoge fotografías con las 51 obras que todavía se conservan y las reflexiones de los expertos Felipe Garín, Fernando Castro, Román de la Calle y Pérez Benlloch.