“En tiempos de crisis, la gente come peor y hay más obesidad”. Con esta frase resume el doctor Miguel Ángel Escartí un fenómeno que viene detectando en su clínica de Valencia en los últimos tiempos. La obesidad se ha duplicado en los últimos 15 años en la Comunitat Valenciana, donde la tasa de mórbidos llega al 1,5%, en consonancia con  la media española, y se acerca cada vez más a la de Estados Unidos, que se sitúa entre el 3 y el 4%.

En esta línea, Escartí asegura que en tiempos de crisis “hay más obesidad, la gente come peor porque es más barato. Por ejemplo, dos manzanas cuestan lo mismo que una hamburguesa”. Esas comidas rápidas y baratas son ricas en lo que cuesta poco dinero: grasas e hidratos.

“Un menú de hamburguesa de 3 euros no puede competir con uno tradicional de 12 euros de ensalada, arroz y fruta. La gente tiene poco tiempo y poco dinero, y opta por uno que te hace más feliz de forma inmediata, pero que es mucho peor y no alimenta nada”, destaca.

La consecuencia de estos desequilibrios alimenticios deriva en problemas médicos. “Aquí tratamos a pacientes varones que pesan entre 150 y 200 kilos. En las mujeres, además del componente de salud, hay otro estético: pesan un mínimo de 90 kilos y miden 1,60 metros”, explica. De hecho, tres de cada cuatro de sus pacientes son mujeres, que no solo acuden por salud o estética sino también por problemas psicológicos, derivados de la obesidad, de tipo familiar o laboral.

Sin embargo, incluso en los casos más graves, influye el factor estético. En la clínica del doctor Escartí, IntraObes, operan al 50% de sus pacientes entre abril y junio, justo antes de la llegada del verano. “Resulta curioso que siendo pacientes tan grandes [algunos tienen sobrepeso de 20, 50 o hasta 150 kilos] tengan estacionalidad. Ahora tenemos muchísimo trabajo”, revela.

Los chicos se preocupan cada vez más por su físico, pero todavía son minoría en el campo de la cirugía de la obesidad. Según el especialista, “empieza a haber un cambio de tendencia en el perfil, pero todavía es muy débil. Aún pesa más el miedo al quirófano, aunque ahora las tasas de riesgo de las cirugías que se hacen equivalen a las de operarse de vesícula”.

¿Qué operaciones hay?

La elección de los diferentes tipos de cirugía para los casos de obesidad diagnosticados médicamente dependen del  peso del paciente, de si tiene enfermedades asociadas (como la diabetes) y de la alimentación que sigue.

La técnica más sencilla es el balón intragástrico, una bola de silicona que se coloca por endoscopia. En cuanto a las cirugías, se realizan por laparoscopia, lo que permite al paciente irse a su casa a los dos días. Entre ellas destacan la banda gástrica (una especie de embudo estomacal para que el paciente coma menos), el tubo gástrico (la más frecuente, para la gente que come mal) y la reducción gástrica, que es para sobrepesos de 50 a 60 kilos.

4 preguntas a... M. Ángel Escartí- Director médico de la Clínica IntraObes de Valencia

1. ¿Qué opina de las llamadas dietas ‘milagro’? Son un gran negocio. Se trata de dietas hiperproteicas que son muy efectivas a nivel comercial porque se pierde bastante peso rápidamente.

2. ¿Cómo se consigue? Se le quitan al paciente las pastas, frutas, legumbres y pan, y se le tiene 12 días comiendo solo carne, pescado y leche. Así, pierde 6 kilos en 15 días y hasta 12 en un mes.

3. ¿Qué inconvenientes presentan? Sirven para un objetivo a corto plazo: si te vas a casar o tienes una entrevista de trabajo. Pero en el 98% de los casos hay un efecto rebote: se recupera el peso perdido y se ganan 3 kilos.

4. O sea que el milagro no es tal... No. Ahora que llega el verano, la gente hace dieta, se pone el bikini y en septiembre, vuelve a estar gorda. Tratamos casos que llevan 10 años así.