Los responsables municipales comenzaron a recibir las primeras quejas a finales de 2003 debido a los problemas que ocasiona el hacinamiento de los inquilinos. Hasta ahora, el Ayuntamiento había reiterado que evitar esta práctica no está dentro de sus competencias.

Pero ayer, el pleno municipal aprobó, con el apoyo de todos los grupos, crear una comisión que tratará de buscar las fórmulas para erradicar este fenómeno.

Una vez inspeccionados los pisos, recurrirá a las leyes de arrendamiento urbano, normativas fiscales o de habitabilidad para prohibir el subalquiler en estas condiciones. De momento, de la veintena de pisos sobreocupados de los que tiene constancia el Ayuntamiento, sólo tres han cerrado.

Fue un juez, ante la petición del dueño, quien dictaminó la rescisión del contrato, la única manera, hasta el momento, de poner freno a estos subarrendamientos.

Empadronamientos

A raíz de la polémica, los responsables municipales han constatado que los pisos en los que están empadronados más de ocho personas en Bilbao se han incrementado en los últimos años.

Según el padrón municipal, en la actualidad hay 626 viviendas, un 0,42% del total, en las que figuran ocho o más empadronados. En 2002, eran 536. Aunque no está relacionado de forma directa, entienden que los pisos-patera pueden tener la culpa en muchos de estos casos. La comisión tratará de conocer esas razones.

Pensiones

Más de 70: Son las pensiones autorizadas como establecimientos hoteleros de Bilbao.

Más de 50:  Son los pisos-patera que han localizado asociaciones vecinales.

1.600 euros: Es el dinero   de la renta de un piso de 60 m2 alquilado a inmigrantes.