Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han llevado a cabo una investigación conjunta en la que han desarticulado la banda de Ángel Suárez Flores, 'Cásper', a la que presuntamente se atribuyen múltiples delitos. El entramado delictivo que este delincuente había reactivado se comportaba como un grupo de mercenarios expertos en los volcados -robos de droga- a narcotraficantes que utilizaban sofisticados y avanzados medios tecnológicos en sus acciones.

Según informa la Policía y la Guardia Civil, habían dado un salto cualitativo en sus actividades, centradas anteriormente en los butrones de gran envergadura, para dedicarse a sustraer importantes partidas de cocaína a otros narcos a los que sometían a vigilancias y escuchas con avanzados sistemas tecnológicos. En uno de sus golpes que tenía como objetivo apoderarse de un cargamento de droga que iba a llegar al Puerto de Algeciras secuestraron, torturaron y cortaron un dedo del pie con un hacha a un empleado de una de las empresas de gestión de contenedores.

El operativo conjunto desplegado de manera simultánea por la Policía Nacional y la Guardia Civil en diferentes domicilios de Madrid, Guadalajara, Barcelona, Málaga, Alicante y Valencia ha permitido la detención de Cásper y otros 21 individuos de diferentes nacionalidades, acusados de delitos de pertenencia a organización criminal, extorsiones, secuestro, lesiones, amenazas, torturas, robo con violencia, usurpación de funciones públicas y robo/hurto de uso de vehículo.

En los registros practicados los agentes han intervenido complejos dispositivos de seguimiento GPS, micrófonos que ocultaban en los coches de sus víctimas, microcámaras que camuflaban en lugares tan dispares como troncos de árboles simulados o transportines de motocicletas, entre otros muchos efectos relacionados con sus actividades ilícitas. Además, la investigación patrimonial paralela ha puesto al descubierto el entramado empresarial utilizado por la organización para blanquear los beneficios que obtenían y ha permitido bloquear inmuebles y productos financieros.

En el mes de junio del año 2009 los especialistas en la lucha contra el crimen organizado de la Comisaría General de Policía Judicial constataron que una de las principales organizaciones criminales de nuestro país, liderada por Cásper, se había reactivado nuevamente. El grupo además de perpetrar butrones a gran escala ahora se dedicaba también al tráfico de drogas. '

El informático',

Brazo derecho de 'CASPER'

Asimismo, averiguaron que al grupo se habían incorporado dos nuevos miembros que contaban con conocimientos altamente cualificados. Uno de ellos, conocido como 'El informático' y persona de confianza de 'Cásper', era el encargado de adquirir material tecnológico y de realizar vigilancias, seguimientos y escuchas electrónicas sobre los objetivos de la organización. El otro, era el responsable de sustraer vehículos y de realizar butrones en cámaras acorazadas por el procedimiento de la lanza térmica.

Los investigadores llegaron incluso hasta un chalé de la localidad alcarreña de El Casar, donde la organización delictiva había establecido la base logística desde la que planificaban sus golpes.

Las indagaciones posteriores indicaban que el grupo había dado un salto cualitativo en sus actividades. De los butrones habían pasado a los conocidos en el argot como "vuelcos" -robos de droga a narcotraficantes- para lo que recurrían a tecnología altamente sofisticada, como dispositivos de seguimiento electrónico GPS o microcámaras y micrófonos, que les anticipaban a los movimientos de sus víctimas. Además, no dudaban en utilizar la violencia para alcanzar sus objetivos.

De hecho la red desarticulada se comportaba como un grupo de mercenarios a sueldo de Cásper, presunto responsable de la banda, que les pagaba por sus 'trabajos'. Los miembros de la organización mantenían contactos con narcos y otros delincuentes que les facilitaban información privilegiada para ejecutar los robos de droga.

Los investigados adoptaban exhaustivas y constantes medidas de contra vigilancia en sus desplazamientos y contactos para evitar ser detectados por la Policía. Para lograrlo utilizaban disfraces y sofisticados medios tecnológicos, similares a los utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Torturaron a un hombre en algeciras

A finales de diciembre de 2009 la organización se desplazó en bloque a las provincias de Cádiz y Málaga. Se encontraban realizando vigilancias sobre una de las empresas de la zona franca del Puerto de Algeciras, por donde una organización de narcotraficantes pretendía introducir un contenedor con un cargamento de madera que ocultaría una gran partida de cocaína.

Entonces secuestraron al empleado de una de las empresas de gestión de contenedores del Puerto de Algeciras, al que previamente vigilaron durante varios días. Sus captores le trasladaron a una nave que habían alquilado en el Polígono Industrial Cortijo Real de Algeciras (Cádiz), donde le torturaron, amenazaron y cortaron un dedo del pie con un hacha para que facilitara la situación de un contenedor procedente de Costa Rica, que por su trabajo habría despachado. El contenedor ocultaría la droga que pretendían sustraer.

Meses más tarde, las investigaciones de la Policía Nacional sobre Cásper y su banda coincidieron con las realizadas por la Guardia Civil, y continuaron de forma coordinada. Los agentes de la Benemérita le detuvieron por una extorsión vinculada con el cobro de una deuda relacionada con una operación frustrada de narcotráfico.

De forma simultánea se registraron 40 domicilios, talleres, locales y concesionarios en Madrid, Majadahonda, Humanes de Madrid, Móstoles, San Sebastian de los Reyes, Parla, Fuenlabrada, Griñon, Villanueva de la Cañada, Valencia, Godelleta, Sedaví, Paiporta, Catarroja, Málaga, Mijas, El Casar (Guadalajara), Illescas (Toledo), Torrevieja, y Gavá (Barcelona). En total fueron detenidas 22 personas, si bien no se descartan nuevos arrestos.

Los agentes han intervenido 11 armas de fuego simuladas de características, forma y peso idéntico a las reales, así como 1 arma modificada apta para abrir fuego real; 2 armas semiautomáticas simuladas; y 8 placas similares a las utilizadas por las FSE así como vestimenta con los anagramas de ambos cuerpos policiales y lanza destellos parecidos a los empleados por los agentes.

Se han decomisado igualmente 9 dispositivos electrónicos de seguimientos por GPS y micrófonos que instalaban en los vehículos de sus víctimas; 39 ordenadores portátiles, 80 teléfonos móviles y 40 tarjetas SIM. El grado de sofisticación de esta banda era tal que fueron halladas microcámaras que escondían ocultas en troncos de árboles simulados, en libros, en reposacabezas de vehículos, y en trasportines de motocicletas, teniendo capacidad para grabar y controlar la video vigilancia a distancia. Además, los agentes se han incautado de múltiples herramientas para hacer butrones: varillas de lanza térmica, 2 botellas de oxígeno y 3 de acetileno, 2 coronas de 95 cm. de diámetro y 50 cm. de altura, 1 fresadora, 1 gato hidráulico, 1 máquina de corte de plasma técnica, soplete de grandes dimensiones y radiales de gran potencia. También se han aprehendido cerca de 200.000 euros en efectivo y 100 vehículos de alta gama. Paralelamente se ha desarrollado por la Sección de Investigación Patrimonial de la Brigada central de Crimen Organizado una investigación patrimonial y de blanqueo de capitales, que ha permitido el desmantelamiento del entramado empresarial con que contaba la organización, así como el descubrimiento del patrimonio ostentado por la misma como resultado de sus actividades criminales, bloqueando un gran número de inmuebles en las provincias de Madrid, Valencia y Guadalajara, así como productos financieros y vehículos.