Unas doscientas personas han pasado la segunda noche en la Plaza de Cataluña de Barcelona acampados en señal de protesta por la crisis económica y la forma en que los políticos y la banca están haciendo frente a los problemas económicos que afectan a España.

A diferencia del lunes, cuando tan sólo se concentraron unas decenas de manifestantes, a la segunda convocatoria, programada para las 20.30 horas del martes han respondido un mayor número de ciudadanos que han participado en una asamblea abierta "a todo el mundo" para debatir con un megáfono las ideas para cambiar el rumbo del sistema económico.

Los asistentes se han sentado de forma pacífica en medio de la Plaza de Cataluña y han iniciado un debate en el que la mayoría de proclamas se han dirigido contra los que denominan "poderosos".

Entre los asistentes al céntrico enclave de la capital catalana, numerosos curiosos que querían informarse sobre las exigencias de los activistas que, como en otras capitales españolas, reclaman una democracia "más participativa".

Como ya pasó ayer, los participantes sólo están equipados con algunas esterillas, pues la ordenanza de civismo de la ciudad prohíbe plantar tiendas. Los acampados han asegurado que seguirán en la plaza "ilimitadamente", hasta que el sistema no "cambie de rumbo". En declaraciones a RNE, los acampados han asegurado haber alcanzado el acuerdo con los Mosso de quedarse siempre y cuando mantengan limpia la plaza pública.